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CIUDAD DE MÉXICO.– Según el Inegi, nueve de cada diez mexicanos que viven en áreas urbanas consideran que la corrupción es una “práctica frecuente” entre los servidores públicos, quienes buscan obtener beneficios personales como “dinero, regalos o favores”.
No obstante, a la hora de preguntar si personalmente han sido víctimas de, al menos, un acto de corrupción, únicamente 14.6 por ciento de los que tuvieron contacto con funcionarios a lo largo de 2017 contestaron de forma afirmativa. El 5.4 por ciento de los establecimientos comerciales sufrieron este delito. Los trámites en los que se vio más corrupción fueron los vinculados con autoridades del ámbito estatal, más los relacionados con la propiedad y los trámites vehiculares.