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CIUDAD DE MÉXICO.– Ahí, frente a todo su Gabinete, legal y ampliado, hace un anuncio, acaso esperado, pero ahora se formaliza: No habrá primera dama en su administración. Su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, romperá con esa costumbre.
“No quiere ser primera dama, lo ha decidido, también respetando a quienes en otros tiempos han actuado en ese papel, respetando a las señoras esposas de los expresidentes. Pero son, la verdad, otros tiempos, y Beatriz se dedica a la investigación, a la literatura, se dedica a escribir…”.
A diferencia de otros países, la figura de la Primera Dama no existe en la legislación mexicana. Según el estilo personal del presidente en turno y de su esposa, este papel ha tenido roles distintos, aunque tradicionalmente metidas en labores sociales, altruistas, culturales. Salvo excepciones, siempre han estado ajenas de las decisiones y ambiciones de poder. Una de esas excepciones fue Marta Sahagún de Fox. Tanto metió las manos, que hasta hizo alianzas políticas y repartió dinero para intentar ser candidata presidencial.
Margarita Zavala de Calderón, otra excepción. Gobernaba al lado de su esposo, tenía gente suya en el gabinete, a quienes coordinaba. Y por las tardes, cuando ya Calderón andaba en la fiesta, como era sabido, ella tomaba algunas decisiones importantes. Cogobernaba al país. Con la historia de Sahagún tan reciente, sabía que su ambición presidencial sólo podría ser 6 años después. También fracasó.
Este lunes, Obrador anuncia que su esposa será la presidenta del Consejo Asesor Honorario de la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural de México. Lo primero que se deja en claro, es que su labor será externa, honoraria y gratuita.
Beatriz Gutiérrez es escritora, profesora e investigadora mexicana. Se autodefine en “perpetuo aprendizaje” “construcción de sí misma” y “comprometida con mis ideales”. Tiene claro su papel y de su responsabilidad en el presente de la historia del país. Son nuevos tiempos. Ha escrito dos novelas de ficción: Larga vida al Sol y Viejo siglo nuevo. Es experta en la recuperación y promoción de escritores del maderismo. Se ganó el reconocimiento de la Orden del Mérito de la Academia Morista Costarricense.
