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Gelsenkirchen, Alemania.– Una Alemania que no tenía nada por qué pelear, pues su lugar en la Liga B de la UEFA Nations League estaba asegurado, hizo sufrir de más a una Holanda que luce renovada con Ronald Koeman en el mando.
A pesar de ser amplio dominador en el encuentro, la Mannschaft se vio alcanzada en el marcador cuando tenía ventaja de dos anotaciones para culminar con un 2-2, resultado que catapulta a La Naranja Mecánica al Final Four, en busca del título de la primer certamen entre selecciones europeas de su tipo.
CÓMODA VENTAJA
Los dirigidos por Joachim Löw pasan por una de sus peores rachas, pues sólo han obtenido tres triunfos en sus más recientes nueve encuentros, y aunque ya se sabían descendidos a la Liga B, obligados por jugar como local en el Veltins-Arena, comenzaron de una mejor forma el encuentro ante los de los Países Bajos.
Con un soberbio disparo a las afueras del área, el alemán Timo Werner abrió el marcador apenas a los nueve minutos de iniciado el compromiso.
A los 20’ de tiempo corrido, tras una ejemplar jugada individual, Leroy Sané amplió la ventaja para los de casa, con una definición justo en los linderos de área que agarró a contrapié a Jasper Cillessen, que poco pudo hacer para evitar la caída de su portería.
SUERTE NARANJA
Durante la segunda parte, Alemania tuvo todo para decretar el tercero y definitivo, para sepultar las aspiraciones de los holandeses, pero las fallas de los jugadores, al momento de la definición, dejó abierto el partido.
La más grave fue de Thilo Kehrer, cuando recibió solo dentro del área y su intento se fue por línea final, incluso cuando tenía para ceder a Thomas Müller, que tenía mejor posición, aun así el partido parecía llevar rumbo con victoria germana; sin embargo, dicen que el 2-0 es el marcador más engañoso en el futbol, y así lo corroboró el conjunto teutón.
Después de que al minuto 55, fue Quincy Promes el autor del primer disparo a portería rival por parte de los tulipanes, el mismo Promes realizó también el segundo en todo el duelo, pero a cinco minutos del final.
El atacante recibió un balón a modo dentro del área y definió cruzado, imposible para Manuel Neuer.
Entonces el drama rondó el hogar del Schalke 04 y, justo en el último minuto, la suerte, de un equipo que no había tenido más que dos aproximaciones serias ante el contrincante, se hizo presente.
Un centro de Tonny Vilhena fue prolongado por la zaga rival y el balón quedó a modo para Virgil Van Dijk, que sólo empujó la redonda al fondo de las redes, para de esta forma, darle el pase al Final Four a Holanda.