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En Sudáfrica, doctores de la Universidad de Witwatersrand realizaron el primer trasplante mundial de hígado desde un paciente con VIH/Sida a uno no infectado, protagonizado por una madre y su hijo.
Los médicos se enfrentaron al dilema ético de salvarle la vida al menor, de quien no se reveló su identidad, pues se encontraba en estado crítico de salud, pero tampoco querían exponerlo a contraer sida.
El proceso quirúrgico se llevó acabo en 2017 y se dio a conocer el día de ayer. Después de un año los pacientes se recuperaron completamente, sin embargo, los doctores no han podido descartar que el menor esté libre del virus del VIH/Sida.
“Dos aspectos de este caso son únicos. Primero, involucró la donación intencional de un órgano de un individuo positivo por la enfermedad. Segundo, la exposición previa a medicación profiláctica (de prevención) en el hijo/a que recibía el órgano puede prevenir la transmisión de ésta”, declaró Jean Botha, director de la Unidad de Trasplantes a cargo de la operación.
Además, agregó que que solo con el tiempo sabrán si el menor es portador del virus o no. El pequeño llevaba en la lista de espera más de medio año y era habitualmente hospitalizado por complicaciones.
“Sin el trasplante hubiera muerto. Salvarle la vida debió ser puesto en la balanza frente al riesgo de transmitirle el VIH/Sida”, indicó la universidad.