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Ciudad de México.– Antes de salir de los New England Patriots a cambio de una selección de segunda ronda del Draft, Jimmy Garoppolo tuvo tres temporadas y media para aprender de Tom Brady, y eso lo ha demostrado en sus siete juegos en la NFL como titular, dos con los Patriotas y cinco con su actual equipo, los San Francisco 49ers, en los que se mantiene invicto.
De hecho, esas cinco victorias fueron en el cierre de la temporada pasada con los Gambusinos, que sólo consiguieron seis en todo el ciclo.
El aplomo y efectividad que ha demostrado Jimmy G en sus juegos en la Liga, son la punta de lanza de los Niners y su head coach Kyle Shanahan, un manejador que también se encarga de la ofensiva y explotará todas las cualidades de su quarterback.
Además, el pasador contará con un arsenal envidiable con los receptores: Pierre Garçon, Marquise Goodwin, George Kittle, Dante Pettis y Trent Taylor.
La mala noticia para los de la Bahía es la lesión del corredor Jerick McKinnon, a quien contrataron proveniente de los Minnesota Vikings, y por quien dejaron ir a Carlos Hyde; sin embargo, una rotura del ligamento anterior cruzado de la rodilla derecha dejará fuera de circulación a McKinnon durante toda la temporada. Por lo que el ataque terrestre luce chato con Matt Breida, el veterano Alfred Morris y Raheem Mostert.
La defensa también deja dudas en San Francisco, por lo que contrataron a Ricahrd Sherman, el exintegrante de la Legión del Boom con los Seattle Seahawks, quien se perdió gran parte de la campaña anterior por una lesión en el tendón de Aquiles, pero si el antes Halcón Marino se mantiene sano, eliminará de un golpe la mitad del campo, facilitando el trabajo al resto del equipo.
La vuelta del linebacker Reuben Foster solucionará en gran parte los problemas de la línea de golpeo, para lograr competir en una División en la que Rams y Seahawks lucen más fuertes.