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Si bien la Ciudad de México es considerada como una metrópoli vanguardista, los habitantes pertenecientes a la comunidad LGBTTTI aún están expuestos a expresiones homofóbicas, afirmaron los académicos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Carlos García Villanueva y Noemí Luján Ponce.
Los profesores de la Unidad Xochimilco de esa casa de estudios indicaron que dichas manifestaciones se deben a que la ciudadanía se niega rotundamente a una igualdad formal, aunado a que existe una aplicación inequitativa de la ley.
Recordaron que se acuerdo con datos de la Encuesta sobre la discriminación en la Ciudad de México 2017, elaborada por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), la delegación Cuajimalpa cuenta con el porcentaje más alto de rechazo hacia esos colectivos.
Mencionaron que dicha demarcación registra un 18 por ciento de segregación, seguida de Cuauhtémoc con 16.7 y Coyoacán con 15.18 por ciento, mientras que la delegación Magdalena Contreras obtuvo el resultado más bajo, con 7.4 por ciento.
Mediante un comunicado de la UAM, los especialistas aseguraron que con la aplicación correcta del marco normativo que rige a la sociedad se podrían reducir estas desigualdades.
Detallaron que como parte de los resultados de una encuesta en línea entre estudiantes, la mayoría afirmó que toda la comunidad tenía los mismos derechos por el simple hecho de ser humanos, sin importar las preferencias sexuales.
Sólo uno de los encuestados mencionó que ese grupo no goza de los mismos derechos porque la sociedad se acota, además de que aún la sociedad es aún conservadora y se reúsa a cambiar y aceptar lo diferente.
Los maestros universitarios también entrevistaron a estudiantes de la comunidad LGBTT para conocer sus experiencias y constatar si sus derechos eran respetados.
De acuerdo con las respuestas, la mayor discriminación de este segmento ocurría en el propio hogar, donde es objeto de burlas o han ocultado su situación a los padres por miedo al rechazo, mientras que en la universidad, los compañeros utilizan un lenguaje ofensivo.
“Vivimos en una sociedad heteronormativa que promueve prejuicios que provocan que la sociedad considere aceptable que a la comunidad minoritaria se le violente o se les envíe a rehabilitación por tener preferencias sexuales no normales”, expresaron.
Con información de Notimex