Visitas
Recorra y admire el suelo empedrado, casas de hace varios siglos y un halo romántico
LA CALLE DE FRANCISCO SOSA es una de las más bellas en Coyoacán, un sábado o domingo puede recorrerla. Debe de empezar en avenida Universidad a la altura de la capilla San Antonio de Padua, conocida como de Panzacola, es una capilla sencilla, del siglo XVII.
A un costado de la capilla se erige ante el visitante un puente de piedra, debajo cruzan las aguas del Río Magdalena, el puente se llama de Altillo, pero le llaman el puente de Panzacola, el suelo es empedrado y las casonas sobre la calle de Francisco Sosa, algunas de ellas tienen varios siglos de antigüedad, la calle tiene un halo romántico, atrévase a caminarla, podrá admirar con tranquilidad, la hermosa Casa del León Rojo del ex presidente Miguel de la Madrid (ya fallecido).
A mano derecha está la llamada Casa de Sol, en la esquina encontramos una casa de lo que sólo se nos permite ver sus altas paredes, fue la casa del poeta y cronista de la Ciudad de México, Salvador Novo, su casa está en la esquina de Francisco Sosa y Salvador Novo, el poeta y cronista tuvo el honor en vida de vivir en la calle que lleva su nombre, Salvador Novo.
La casa vista de lejos parece abandonada y enfrente se encuentra lo que la gente conoce como la Casa de Alvarado, según la leyenda esta casa la habitó Pedro de Alvarado, en realidad, la casa es más reciente, es del siglo XVIII, su estilo arquitectónico es mudéjar, árabe.
Su puerta está finamente labrada, la casa ha sido de la SHCP, de la SEP y ahí vivió su último año de vida nuestro gran poeta, don Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura el último año, ahora la casona es la Fonoteca. Vale la pena entrar.
Adelante encontrará otras casas de parecido estilo, como la Casa de Actuación con técnica rusa, del director de cine Sergio Olhovich, a esa altura descubrirá uno de las jardincitos más bonitos de Coyoacán, Santa Catarina, enfrente está la Casa de Cultura de Jesús Reyes Heroles , la iglesia de Santa Catarina es pequeña, antes de que estuviera ésta hubo una capilla para indígenas, se le permitía la entrada a la iglesia a los indígenas, después ya fue construida la iglesia de Santa Catarina, y al centro del jardín está el busto de Francisco Sosa, hay tanta historia en esta calle, que mejor recórrala un sabadito o domingo digo, que tanto es tantito.