Visitas
CIUDAD DE MÉXICO.– Este miércoles, el virtual presidente electo Andrés Manuel López Obrador recibió una visita inesperada. Alguien a quien un apasionado del béisbol difícilmente se podría resistir a recibir: el fildeador que consiguió en 1996 la hazaña de hacer un triple play con los Dodgers de Los Ángeles, lo que no había logrado el equipo desde 1949. Ya está en el récord de Guinness.
Se trata del mexicano Juan Gabriel Castro, quien en su andar por la Ciudad de México, decidió acudir a visitar a quien dijo es su amigo, López Obrador, para felicitarlo personalmente por su triunfo electoral. Sí, juntos dos grandes ligas juntos: uno del béisbol y otro de la política.
Este no fue el único deportista que visitó a López Obrador este miércoles. Aunque no en el plano de amigos ni de atleta, sino como político, estuvo el gobernador electo de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, quien se fue molesto porque al momento que lo entrevistaban le golpearon en la boca con un micrófono. Su reacción inmediata fue sobarse con la mano.
Otra visita inesperada, fue la de Rafael Acosta, Juanito. Sí, el mismo que ha cambiado de bando y de partido una y otra vez. El mismo que en los últimos años ha injuriado al hoy virtual presidente electo.
Y aunque parecía una broma, Juanito lo dijo en serio: estuvo en las oficinas de López Obrador para decirle que “ya lo perdonó por lo de Iztapalapa”. Lo felicitó por su triunfo electoral, aunque reveló que no votó por él. Entre su apretada agenda, López Obrador se hizo su espacio familiar.
A la hora de la comida llegó a sus oficinas su esposa Beatriz Gutiérrez Müller. Estuvo ahí un par de horas aproximadamente, y se marchó. Y López Obrador continuó con su agenda de trabajo por la tarde.