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Por diversas razones, el programa Adiós a tu Deuda, firmado por el gobierno local y la CFE, se tambalea.
En lo político, la condonación nunca recibió el aval del director general de la empresa, Manuel Bartlett, quien incluso se negó a firmar el convenio.
En seis meses de vigencia, el triunfalismo delirante cambió de color y se palidece por la desconfianza ciudadana a los términos y condiciones celosamente reservados.
Hace poco, la chispa de la sospecha se encendió de nueva cuenta cuando el secretario de Desarrollo Energético, José Antonio de la Vega, anunció que cerca de 170 mil tabasqueños firmaron el nuevo contrato “de los cuales 34 mil dejaron de pagar nuevamente”.
Y regaló esta joya, palabras más palabras menos, salpicada de veneno: Quienes firmaron contrato y cayeron en morosidad, en forma automática regresan a la resistencia civil y se le vuelve a actualizar su adeudo histórico.
¿Es posible reactivar la vieja deuda a quienes tienen nuevos contratos?
De manera oficial, nadie ha respondido a la temeraria declaración del funcionario estatal. Todos le sacan la vuelta al tema. Se desconoce si se trata de un buscapiés, un lapsus o si existe esa condición en el convenio. Vaya, ni en los nuevos contratos de los usuarios aparece esa advertencia.
Esta columna ha revisado a detalle el acuerdo y no encuentra por parte alguna esa cláusula de reactivación de la deuda histórica. Es la típica marrullería de asustar con el petate del muerto. Al margen de ello, existen datos interesantes dignos de recordar, pero por falta de espacio será mañana.
LA MORRALLA
Juan José Rodríguez Prats arremete contra AMLO, pero cobra como asesor en Tabasco, ¿o ya renunció? *** En pasillos de Palacio suena que el jefe de la policía, Ángel Mario Balcázar, ha puesto varias veces su renuncia en el escritorio de su jefe *** En el IEPCT, los insaciables consejeros chupan hasta la última gota del presupuesto. Nadie frena a Maday Merino y camarilla.