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- Compara discurso violento conservador con régimen de Díaz
- Destacó mandataria que la 4 Transformación es un proyecto
- Representan Revolución Mexicana para contarla a los jóvenes
Omar Montalvo
GRUPO CANTÓN
Ciudad de México. – La presidenta Claudia Sheinbaum encabezó el desfile cívico militar por el 115 aniversario de la Revolución Mexicana, un acto donde la mandataria destacó que ya quedaron atrás los gobiernos que beneficiaban a unos pocos, en referencia a las convocatorias de grupos de derecha. En el Zócalo capitalino, el hecho histórico fue dramatizado para recordar que la obtención de derechos, es parte de la herencia revolucionaria.
Como suprema comandanta, Sheinbaum Pardo se mantuvo al frente de Ricardo Trevilla, secretario de la Defensa Nacional (Sedena), y del almirante Raymundo Morales, Secretario de Marina (Semar). Los tres izaron la bandera y desde un vehículo militar, pasaron revista a las tropas de la Sedena, Semar, Fuerza Aérea Mexicana (FAM) y Guardia Nacional (GN). El respeto fue mostrado por el saludo militar sostenido hasta el momento del discurso oficial. En el presídium se encontraba el gabinete federal, las presidentas del Senado y la Cámara de Diputados, así como de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
La presidenta enfatizó que con Porfirio Díaz se benefició a unos cuantos, y los recursos fueron entregados a extranjeros, un escenario similar al del periodo neoliberal. “Los que reivindican la ultraderecha o esa libertad que solo disfrutan los privilegiados, no conocen la historia de México, ni a nuestro pueblo” exclamó. En las últimas semanas la derecha ha convocado a jóvenes en movilizaciones e incluso llamados a la intervención extranjera. La presidenta indicó que ese es un llamado al porfiriato de despojo y exterminio. “El que convoca a la violencia se equivoca” y agregó “hoy el poder ya no se usa para someter, sino para servir”.
La presidenta argumentó que el movimiento de la transformación representa a los que menos tienen para conseguir su bienestar. El desfile militar siguió a una niña de primaria que le pidió a su abuelo historias de la revolución, mientras al centro se encontraba una Constitución de 1917 que rebasó la altura de los militares. El hombre mayor contó que los derechos actuales son una herencia de la lucha revolucionaria. El Zócalo fue rodeado por compañías militares que bailaron en nombre de las mujeres revolucionarias.
