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* Infraestructura estratégica concentra la inversión pública
* Se prevé una recaudación tributaria del 15.1% sin nuevos impuestos
* Sube cuota a productos nocivos y se elimina la deducción bancaria
Por Juan R. Hernández
Grupo Cantón
Ciudad de México.- La Secretaría de Hacienda presentó el Paquete Económico 2026 ante el Congreso, con una narrativa centrada en la sostenibilidad fiscal y el impulso al desarrollo regional. El gasto neto total se estima en 8.7 billones de pesos, con énfasis en programas sociales, infraestructura estratégica y apoyo a Pemex. El gasto programable representa 5.6 billones, lo que implica una contención respecto al año anterior, en línea con la meta de reducir el déficit en 1.6 puntos del PIB acumulados desde 2024.
En materia de ingresos, se proyecta una recaudación tributaria récord de 15.1% del PIB, sin nuevos impuestos generalizados, pero con ajustes relevantes: se incrementan las cuotas a productos con impacto en salud pública como refrescos, tabaco y videojuegos, y se elimina la deducción bancaria al IPAB, lo que eleva la carga fiscal del sector financiero. Además, se refuerza la fiscalización aduanera y el combate a la evasión, con énfasis en comercio exterior.
Las principales inversiones se canalizan al llamado Plan México, con recursos equivalentes al 2.5% del PIB destinados a infraestructura física y logística. Destacan los Polos de Desarrollo para el Bienestar (PODEBIS), que contemplan 100 parques industriales orientados a manufactura avanzada, alimentos, bebidas y equipo médico. Pemex recibirá apoyos financieros para atender su deuda y mantener operaciones, en el marco del Plan Estratégico 2025–2035.
La economía mexicana se proyecta con un crecimiento de entre 1.8% y 2.8%, inflación de 3.0%, tipo de cambio en $18.9 por dólar y tasa de interés de política monetaria en 6.0%. El entorno global sigue siendo desafiante, pero Hacienda confía en la resiliencia del consumo interno y la posición estratégica de México en las cadenas de valor.
El Paquete 2026 busca equilibrar disciplina fiscal con inversión productiva, sin sacrificar los programas sociales prioritarios. La presión tributaria sectorial y el recorte en gasto programable marcarán el pulso económico del próximo año.
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