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ANA E. ROSETE
La estación del Metrobús Merced se convirtió en un puesto ambulante, de acuerdo con vecinos de la zona la problemática lleva más de 1 año; sin embargo, las autoridades capitalinas no han hecho nada para recuperarla.
En un recorrido realizado por Diario Basta se pudo constatar que el espacio público es utilizado por comerciantes que venden desde disfraces, ropa deportiva hasta productos de tecnología como audífonos y bocinas inalámbricas.
Además de que el carril confinado del Metrobús y camiones de M1 deben circular por el carril contiguo debido a que la gente camina por ahí, hay carros estacionados y toreros vendiendo en el piso sin que nadie les diga o haga nada.
Uno de los vendedores aseguró que un trabajador del Gobierno de la Ciudad de México pasa todos los días por su moche, el cual oscila entre los 300 y mil pesos.
En una calle se contabilizaron 13 puestos, si a todos les cobra 300 pesos su ganancia sería de 3 mil 900 pesos, aproximadamente.
De Mixcalco a Fray Servando Teresa de Mier son 14 calles en donde caben cerca de 15 ambulantes, si pasa todos los días y cobra el mínimo de 300 pesos se embolsa 58 mil 500 pesos al día.
“Acá lo conocemos como el Roky, llega siempre en una camioneta blanca a pedirnos la cooperación para que nadie nos quite”, señaló uno de los vendedores.
A Roky lo describieron como un hombre rudo y agresivo, los ambulantes prefieren darle dinero que pelear con él, aparte de que se jacta de tener el poder sobre ellos.
El sujeto llega en una camioneta blanca, sin placas, para hacerles una requisición y, en su caso, decomisar mercancía a su antojo.
“Ese wey es un cabrón, se lleva lo que quiere y nos hemos enterado que lo revende; nunca llega a las oficinas. Aparte de talonearnos gana dinero de lo que a nosotros nos costó trabajo tener”, comentó Enrique, un vendedor de dulces típicos.
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