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Medida es para evitar la división y desaparición de la fuerza de izquierda
Omar Montalvo
Aunque Marcelo Ebrard anunció que en los próximos días conformará una nueva fuerza política, en Morena, partido al que aún pertenece, los estatutos que crearon a la fuerza guinda en 2014 le impiden al ex canciller la formación de “tribus” o “sectas” que dividan al partido.
“Considero que sí esas diferentes circunstancias que se dieron, incidencias en el proceso, se quedan igual, pues yo ya no tendría el interés de estar en Morena” declaró Marcelo respecto a su salida del partido si no se atiende su impugnación al proceso interno, y agregó “he convocado y así hemos convenido, que a partir del 18 de septiembre, vamos a organizar y formalizar nuestro movimiento político nacional”.
Pese a lo declarado por Ebrard Casaubon, se lo prohíbe el artículo 3 inciso G de los estatutos de Morena, establecidos en su creación de 2014 por iniciativa de Andrés Manuel López Obrador y reconocidos ante el Instituto Nacional Electoral (INE).
“La afiliación será individual, personal, libre, pacífica y voluntaria, sin corporativismos de ninguna índole; sin que se permitan facciones, corrientes o grupos que vulneren la soberanía del partido, es decir, su capacidad exclusiva de dirección general” se lee en las reglas de Morena, partido al que oficialmente Marcelo Ebrard, se afilió el año pasado para ser considerado como una de las corcholatas presidenciales.
La medida que tomó Morena desde su constitución como partido fue para prevenir su división y disolución, como ocurrió con el PRD, un movimiento que nació como de izquierda, pero que ahora es aliado de la derecha que encabezan PRI y PAN.
Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, son algunos de los fundadores de Morena que justo provienen del PRD, dónde observaron como los intereses particulares llevaron a la creación de “tribus” y “prácticas sectarias”.
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