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Samuel Cantón Zetina
¿Va a golpear electoralmente a MORENA la tragedia del Metro, suponiendo que el pueblo de México interprete que sus gobernantes son culpables?
¿Bajará de las preferencias ciudadanas a otro de sus candidatos a gobernador, como -al menos- en Campeche y Nuevo León con Layda Sansores y Clara Luz Flores?
¿Restará puntos de respaldo popular al presidente Andrés Manuel López Obrador?
¿Eliminará de la sucesión del paisano al canciller Marcelo Ebrard?
¿Sacará también de la competencia a la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, dando paso a un tercer favorito para el 2024?
¿Truncará las aspiraciones políticas del líder nacional partidista Mario Delgado?
¿Retirará de la “grilla” a Felipe Calderón y a su esposa Margarita Zavala?
¿Su impacto en las urnas se circunscribirá a la Ciudad de México?
Quizás pasaría esto: si no castiga convincentemente, MORENA sí puede verse zarandeado.
Es muy difícil que el trancazo merme los porcentajes del presidente: la gente no lo responsabiliza personalmente a él.
Tampoco es probable que incida -de rebote- en cómo van los candidatos a virreyes y virreinas en los estados.
A Ebrard le van a bajar ligeramente los números, y Sheinbaum puede caer todavía más drásticamente si no logra dar confianza rápido a los capitalinos de que la tragedia no se repetirá.
Hubo por ahí la advertencia de que en otras 6 líneas del Metro existen también riesgos de colapso.
¿Cómo convencer a los millones de usuarios del sistema de que no estarán en peligro al usar los vagones?
Delgado y Calderón&Zavala ya no pueden descender más bajo de donde están.
Y sí, a juicio del reportero, el boquete electoral del suceso -desde la perspectiva de la población- se limitará a la CDMX y su periferia, aunque está de más escribir que habiendo grandes intereses sucesorios de por medio, la guerra sucia es alentada por el “fuego amigo” para que cubra por completo a la República.
¿Quién resistirá?
¿Quién sobrevivirá?
Veremos el 7 de junio.