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Suelen pasar algunas veces que, por más cuidadoso que seamos se presentan ciertas dificultades en el trabajo. Pero hay una condena más alla de un regaño para los profesionales de la salud, una que hasta podría quitarles el título de Médico.
Los padres de una niña de 5 años acusaron la semana pasada a un dentista de haber quemado el año pasado la boca de su hija mientras era sometida a un procedimiento dental rutinario en una clínica de Las Vegas, Nevada, EE.UU, informan medios locales.
Los progenitores aseguran que mientras el odontólogo atendía a la pequeña, que estaba anestesiada, un instrumento produjo una chispa, lo que provocó que una de las piezas que estaba en la boca de la niña “se inflamara y produjera unincendio” que duró entre uno y dos segundos.
La demanda alega que tras el incidente tuvieron que hospitalizar durante cuatro días a la menor por quemaduras en la epiglotis, la garganta, la lengua, el paladar y los labios. Asimismo, detalla que las lesiones “pueden ser permanentes e incapacitantes”, por lo que piden una indemnización de 15.000 dólares.