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CIUDAD DE MÉXICO.–El Buen Fin, estuvo caracterizado por compras innecesarias.
Durante un recorrido por diversas tiendas comerciales, se pudo constatar que familias buscaban hacerse de diversos artículos electrodomésticos que no necesitaban.
Lo cierto es que nunca midieron consecuencias, ni leyeron las letras “chiquitas” de las condiciones de pago en las ofertas y se dejaron seducir por las promociones.
La cruda realidad despertara a miles de capitalinos a partir del primer mes cuando acudan a los establecimientos mercantiles o bancos a realizar el primer pago.