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ANALISTA
OSCAR GÓMEZ CRUZ
COMENZÓ YA EL ÚLTIMO TRIMESTRE DEL AÑO, QUE TRAE CONSIGO DIFERENTES TEMAS
En la agenda, podemos seguir la evolución y concreción de los macro proyectos anunciados hasta ahora por el Presidente, de los cuales el más relevante es el nuevo aeropuerto para la Ciudad de México, por su impacto económico, social, político y, hoy por hoy, de imagen internacional.
Un aeropuerto es necesario para la movilidad de millones de personas, de mercancías, y es un símbolo de lo que un país representa o busca representar.
En Singapur, China, o incluso la región de Hong Kong, construyeron aeropuertos impresionantes en todos los aspectos: arquitectónico, funcional, comercial, tecnológico y por supuesto de seguridad.
Un aeropuerto es un grito al mundo: hey, mírame, soy una potencia o estoy en el camino a serlo! Hoy estamos muy lejos de poder decir eso, con el cadáver que representa el aeropuerto Benito Juárez y sus penosas dos terminales, pero también estamos lejos de siquiera iniciar el proyecto de Santa Lucía, que se encuentra entrampado en amparos. Mientras tanto, despegar del actual aeropuerto de la capital resulta un calvario para sus usuarios, lo que termina impactando negativamente en tiempo, costos y eficiencia.
El Tren Maya, Dos Bocas, tratadoras de agua, gasoductos necesarios para producir electricidad a más bajo costo y con menos contaminación, son proyectos que generarían derrama económica.
Este cierre de año, estaremos expectantes sobre el avance de estos macro proyectos, porque la economía no está creciendo y el escenario internacional es muy inestable. Está pendiente la ratificación del T-MEC en EU y Canadá; hay una posible guerra comercial entre China y EU; que se suma a una crisis europea, causada por la catástrofe originada por el Reino Unido, que siguen sin concretar su salida de la Unión Europea, generando inestabilidad en materia financiera, comercio internacional y asuntos migratorios.