Visitas
Sin duda, las producciones de HBO han marcado a lo largo de estos años a miles de personas; la calidad con las que son hechas y la forma de narrar de las mismas, tocan fibras. Chernobyl es esa serie que, pese a su corta duración se a puesto entre las mejores jamás hechas, ya sea por el tema que toca que es un desastre nuclear o la forma en la que aborda el tópico que jamás cae en extremos, mostrando a héroes y villanos por igual, una escala de grises que es difícil lograr.
Entre estos heroes se encontraban los liquidadores, personas, en su mayoría trabajadores de la planta, conocidas por “solucionar” en poca o gran medida el desastre del reactor. Uno de los liquidadores era Nagashibay Zhusupov, un hombre de 61 años que tras ver la serie de televisión decidió terminar con su vida al aventarse desde el techo de un edificio de cinco pisos en Aktobe, Kazajistán. Su cadáver fue encontrado por los vecinos.
La razón
Según el medio Daily Mail, Zhusupov terminó llorando cuando acabó de ver “Chernobyl”; más allá de los recuerdos dolorosos que le vinieron, fue el enojo de jamás recibir la ayuda que alguna vez se le prometió.
Una de las promesas incumplidas fuer el de un departamento para su familia, subsidiado por el gobierno, sin embargo, las mismas solo fueron destinadas a veteranos, para lo cual el señor Nagashibay no calificaba, obligandolo a vivir en un hostal.
Sin un trabajo estable y un lugar poco digno para vivir con su familia, el liquidador fue dejado a su suerte.
El pago por ser héroe
Durante años, Zhusupov demandó al estado que se le diera un apartamento donde estuvieran instalados los otros veteranos de Chernóbil, pues creía que su deber y dedicación debían ser recompensados. además, presentaba un cuadro de síntomas que no le permitían tener una calidad de vida: dolores de cabeza severos, colapsos repentinos y cada día más frecuentes.
Muchos de los amigos de Zhusupov aseguran que su suicidio se debió por las falsas promesas del gobierno ruso a uno de los heroes del reactor, su compañero debió sentirse abandonado por su propia nación.
Al final, El señor Nagashibay decidió acabar con todo su sufrimiento, dejando atrás los dolorosos recuerdos de una catástrofe que marcaría a todo el mundo para la eternidad, en un lugar donde no se podrá poner un pie sin corre peligro durante cientos de años.
También te puede interesar: