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Un final perfecto

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Ciudad de México.– En su Juego de Estrellas número 15, Francisco Campos retiró a dos hombres para después salir del Alfredo Harp Helú entre una sonora ovación de la afición, que sin importar el color de las franelas que portaban se rindieron ante el pitcher nacido en Guaymas, Sonora, en la que a la postre sería su temporada de despedida.

Campos Machado había determinado que de llegar a las 200 victorias como lanzador, diría adiós al profesionalismo, y para el Clásico de mitad de temporada llevaba 199, una lo separaba del retiro.

Exactamente una semana después del duelo estelar entre la Zona Norte y la Zona Sur de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), Pancho Ponches tuvo la oportunidad de alcanzar la añorada cifra de triunfos, pero un error del cuadro le abrió la puerta a los Rieleros de Aguascalientes para empatar el juego que ganaban los Piratas por la mínima diferencia, y después le dieron la vuelta al marcador para frustrar el intento del veterano lanzador.

Pero el pasado 2 de julio, en el Estadio Nelson Barrera Romellón, en el primer juego de los Filibusteros ante Algodoneros de Unión Laguna, Francisco Campos firmó una salida de cinco entradas completas, en las que permitió tres carreras producto de cuatro imparables y dos pasaportes a cambio de cinco ponches, incluido con el que dio broche de oro a su estadía como profesional arriba de la lomita ante Niuman Romero.

Tras el chocolate al exligamayorista venezolano de La Novena Guinda, Pancho Ponches sabía que ese era su último out, dio un salto para abandonar el montículo, abandonó el Diamante y recibió la bola, la de la victoria 200; el final perfecto para su trayectoria.

“Yo pienso que (el triunfo 200) llegó en un momento muy preciso, con la afición campechana, en el estadio que te vio nacer, con la gente que me vio cada temporada durante estos 27 largos años y poder compartirlo con ellos fue muy especial y muy bonito, sé que el out 27 es muy difícil, el que no entienda de beisbol no sabe lo que estoy diciendo, y en este caso la victoria 200 fue mi out 27.

“Fue la cereza en el pastel y concluyó de esta manera, mi último out fue un ponche el cual se saborea de una manera muy bonita, y eso viene a culminar esta bonita trayectoria, y más como se hizo el mote de Pancho Ponches y terminar con ponche, todo se dio bonito, me voy muy tranquilo, feliz, contento, y no doy vuelta atrás, con eso me quedo”, revela en entrevista con Grupo Cantón el propio Francisco Campos, quien cuenta cómo vivió esas últimas entradas en las que el conjunto Pirata se llevó el histórico partido por 5-12 ante los de la Laguna.

“Fue un momento muy bonito, un momento de meditación, de pensar, de recordar todo lo que había logrado, de agradecer a Dios sobre todas las cosas por tan bonitos momentos que me dio la oportunidad de vivir, y disfrutar el momento porque sabía que iba a ser mi último juego.

“Esperando a que cayera ese último out para disfrutar, yo la victoria ya la estaba disfrutando desde el momento que salí, con todo el respeto para el equipo oponente, pero yo sabía que Dios no podía ser injusto y que no le darían la vuelta al juego; es más, ni lo pensé, sólo lo disfruté”.

DOBLE CENTENAR

En la charla, el diestro explica por qué eligió la cifra de 200 éxitos para decir adiós al profesionalismo, pues sus últimas apariciones en el Diamante demostraban una gran forma del ahora exserpentinero de 46 años.

“Gracias a Dios me siento muy bien, me siento competitivo todavía, la verdad no me retiro porque me sienta mal, simplemente escogí una cifra, una cifra bonita en la cual pudiera estar dentro de los mejores pitchers del beisbol mexicano y lo quería hacer de esta manera, a mi manera, como es la canción que me gusta.

“Quería llegar a los 200 juegos y decir adiós con esa última victoria, el motivo era retirarme victorioso y no en una temporada completa en la cual, a lo mejor en la última salida tuviera una espantosa salida y que eso me quedara como recuerdo; al contrario, quería hacerlo de esta manera, con un recuerdo muy bonito de una victoria número 200, decir adiós e irme muy tranquilo y muy contento de este bonito deporte”.

AGRADECIDO CON LA AFICIÓN

Tras firmar su despedida del Rey de los Deportes, al ser el lanzador 14 en llegar al doble centenar de triunfos en la historia del LMB, Campos aún no digiere el ser considerado una leyenda.

“Es difícil que le caiga a uno el veinte, pero de lo que uno sí está consciente, realmente convencido, es del esfuerzo y el trabajo que Dios nos permitió hacer, pero en el momento en el que uno inicie una nueva vida y que pase el tiempo, se dará cuenta de lo que uno hizo en esta carrera”, comenta y agrega el agradecimiento a la afición, que se le entregó en sus últimas dos históricas apariciones, en el Alfredo Harp Helú en su último Juego de Estrellas, y en el Nelson Barrea, testigo de su victoria 200.

“Son momentos muy bonitos, culminantes de una carrea que uno se traza, porque uno sabe que es el adiós, son sentimientos encontrados muy bonitos que tuve la oportunidad de transmitirlos, porque la lágrimas se me salieron, somos de carne y hueso, y muy contento por estas dos cosas maravillosas, las cuales pude vivir, disfrutar y compartir con ustedes”.

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