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ANALISTA
OSCAR GÓMEZ CRUZ
ENFRENTAMOS LAS MÁS DIFÍCILES CIRCUNSTANCIAS DE LA HISTORIA.
Fallaron los tecnócratas y los políticos históricamente; los que estudiaron en las mejores universidades y fallaron también los que no estudiaron nada.
México se encuentra en un momento crítico por su situación interna de incertidumbre, en decisiones de política pública, proyectos detonadores de alta inversión y poca rentabilidad, baja expectativa de crecimiento de la economía y por su complicada relación con Estados Unidos.
Si bien se detuvo la aplicación de aranceles a los productos mexicanos, la amenaza sigue latente. ¿Esto que implicaría?
Un encarecimiento de los productos que comercializa nuestro país en EU, ya sea con cierto porcentaje de componentes nacionales o elaborados en su totalidad en México.
Imagine un automóvil que se produce en México y se exporta a EU. Su precio de venta ahora estará por encima de un vehículo hecho allá o importado de otro país. Menor desplazamiento de producto al exterior implica que tendremos que buscar nuevos destinos (que no sobran) para el excedente de producción o en su caso, disminuirla, generando despidos y subutilización de capacidad instalada.
¿Y QUÉ PASA CON EL DÓLAR?
La incertidumbre siempre genera especulación y demanda del dólar, sujeto a la oferta y la demanda o libre flotación, es muy posible que registre un aumento en su paridad frente al peso.
¿Y LA INVERSIÓN EXTRANJERA?
México es muy atractivo para los inversionistas extranjeros porque pagamos un interés altísimo sin riesgos (8.5% al día de hoy). Esto genera un gran flujo de lana que se puede ir del país presionando una tecla en la computadora. Y la inversión extranjera directa llega a México, en gran medida por ser el principal socio comercial de Estados Unidos.
Si ese factor se ve afectado por los nuevos aranceles, estas empresas analizarán operar en países con condiciones más favorables para ellos. ¿Qué decidirán políticos y tecnócratas? No lo sé, pero su empleo y el mío dependerán muy posiblemente de ello.
