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DESDE FILOMENO MATA 8
MOURIS SALLOUM GEORGE
@vocesperiodista
PERTURBACIÓN DE LA PAZ O DEL ORDEN INTERNO…
En el código de Inteligencia, en esas situaciones de graves circunstancias políticas aplica la declaración de emergencia nacional. En un corto lapso de tres meses –apelando a sus poderes especiales– Trump ha hecho dos declaraciones de emergencia nacional.
La primera, en febrero, con la coartada de la crisis de las drogas y la inmigración ilegal. La segunda, en mayo, esgrimiendo la amenaza de empresas de telecomunicaciones, con la excusa de proteger redes informáticas en su país.
Particularmente en el primer caso, Trump invocó sus poderes para obtener fondos a fin de financiar su muro, y buscó un mañoso atajo: Aranceles a los productos importados desde México, amenaza exorcizada… transitoriamente, el 10 de junio.
Hace un mes, el secretario federal de Seguridad Púbica declaró que México vive un estado de emergencia nacional. La afirmación se consideró desorbitada.
Sin embargo, como respuesta a la exigencia de Washington de frenar los flujos migratorios de Centroamérica, el gobierno mexicano anunció el desplazamiento de la Guardia Nacional hacia la frontera sur.
El punto es si se configura ya una amenaza al orden interno, en cuyo caso la Constitución prescribe la suspensión de garantías en una región o en el territorio nacional para restablecer la paz. Sobre esa hipótesis, lo que perturba el ánimo de la sociedad, es el riesgo de una indeseable militarización de facto de la vida pública.
Es un fenómeno del que se sabe cuando inicia; no cuándo y cómo termina. Lo menos que se puede pedir, es claridad y oportunidad en la información pública.