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Es bien sabido que el área de comunicación de cualquier empresa es muy importante para difundir sus acciones, pero tal parece que el de Televisa no lo tiene muy claro, puesto que algunos de sus miembros continúan siendo prepotentes con los reporteros y viéndolos por debajo de sus hombros.
Basta con mencionar una de las cabezas de este departamento, de nombre Gabriela Espinosa, quien para el ingreso a los eventos dentro de la televisora, te hace un cuestionario irrelevante y lo hace de una manera déspota, como si fueras un delincuente. Después de esas innecesarias preguntas decide si puedes entrar o no, dejándote en evidencia con los otros reporteros de la fuente.
Atrás quedaron los tiempos en los que Televisa tenía a las grandes estrellas del país, tiempos en los que los relacionistas públicos de esa empresa hacían lo imposible para que los reporteros de otras compañías trataran de sacar información de toda índole. Hoy esa empresa tiene poco talento y es hasta cómico ver cómo se comportan estas personas, tratando de proteger lo que no está en peligro.
Olvidan que este medio es una rueda de la fortuna: un día estás arriba y otro, abajo.