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Mi compañero en esta travesía para la cobertura de Canelo vs Jacobs, César Cerón, se lo dijo clarito al supervisor de una de las entradas para revisión del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM): “Usa tu sentido común, la lógica”. Resulta que aquel tipo, con el pobre argumento de: “Para mí no pasa”, negó que pudiéramos completar el proceso por esa banda que él lidera, simple y sencillamente porque un lente de una cámara fotográfica lo veía como un artículo contundente. Las manos también lo podrían ser, en fin.
El chaval que estaba a cargo de revisar de manera puntual todas las maletas pidió abrir una en donde precisamente estaba guardado aquel aditamento, y entonces fue, el que se presume como su jefe, quien palabras más, palabras menos, dijo que por sus “webos” tenía que quedarse en casa.
Ni siquiera el identificarnos como prensa y que era una herramienta necesaria para llevar a cabo la labor, hizo entrar en razón a uno de tantos personajes que se sienten dueños de la principal terminal aérea del país.
Y lo que son las cosas, gracias al tip de uno de los subordinados, pudimos ingresar por otro acceso, porque una máquina idéntica a la primera, no notó nada raro en llevar lo que antes causó tanto problema en un wey del que, desafortunadamente, no hicimos por saber su nombre para quemarlo por cerrado.
Pero bueno, pasando a temas chidos y amables, nos encontramos ya a nuestro nuevo ángel guardián, se llama María Guadalupe, y es vecina en la que ahora será nuestra morada por 11 días.
La paisana de Michoacán se ha portado a todo dar, nos llevó a realizar un trabajo que presentaremos el martes, y además resulta que es familiar del fotógrafo oficial de los Diablos Rojos, Enrique Gutiérrez, un buen cuatacho. Vaya casualidades que tiene la vida.