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4-T a la Chilanga
Ismael Figueroa Flores, dirigente del sindicato de bomberos, tiene los días contados, pues en los pasillos del heroico cuerpo de vulcanos, sus enemigos -que son muchos- apuestan que no pasa del sábado de gloria para que le echen el guante y pase unas largas, pero muy largas vacaciones en el Reno.
En los mismos pasillos la comidilla del día es que la FGR empezó también a tenderle su camita investigándolo por la utilización de recursos económicos obtenida de forma ilícita y lavado de dinero.
En la PGJCDMX, las investigaciones van más avanzadas contra el otrora poderoso líder sindical que hizo y deshizo en los últimos seis años con el amparo del Gobierno en turno.
En la nueva administración que inició el 5 de diciembre de 2018, pensó que iban a mantenerse las cosas como en el pasado, pero se topó con pared y soberbio como es, empezó a jugar a las vencidas con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
Lo que más molestia causó en el Gobierno central es que salieron a las calles a protestar aún cuando se instaló una mesa de trabajo para llegar a un arreglo con los 330 personas que fueron engañadas por Figueroa vendiéndoles una plaza de bombero que nunca llegó y que buscaba endosarlas a la gestión de Sheinbaum.
Pero la cosa no paró ahí, sino que Ismael Figueroa llevó las cosas a otro nivel sacando a los bomberos de sus centros de trabajo, junto con equipos materiales para manifestarse y reclamar por algo que no tienen derecho.
Al interior del sindicato de bomberos, dicen que Ismael Figueroa huele a presidiario, que ni un juez se atreve ampararlo porque se lo puede llevar entre las espuelas. ¿Será?
