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POLIGRILLA MEXIQUENSE
Pablo Cruz Alfaro
Cada vez nos convencemos más, que los acuerdos políticos que alcanzaron la entonces alcaldesa Ana Balderas, y la actual Ruth Olvera, fueron importantes. Y es que llegamos al tercer mes de la administración municipal y no se ve para cuándo la “morenista” se decida a actuar y empiece a sacar las inconsistencias ya documentadas que tuvo la administración panista.
Los temas de corrupción en la expedición de licencias, funcionamiento, autorizaciones a constructores y las rentas en las corporaciones policiacas, parece quedarán ahí, en el pasado. A decir verdad, no nos extraña, hemos visto pasar a tantos ediles en Atizapán de Zaragoza, como Antonio Domínguez, Pedro Rodríguez y David Castañeda, por mencionar algunos, que aun habiendo sido observados por haber incurrido en hechos de corrupción, en la actualidad se dedican a vivir de los intereses que les dan sus fortunas, claro, sin ser molestados. Fortunas que parece no tardarán también en presumir los actuales funcionarios municipales.
Si la intención de Ruth Olvera es cambiar la historia, debe aplicarse, ya que se menciona que la gente encargada de programar pagos a proveedores se está dejando pedir el 50 por ciento del total a pagar, y les aseguran a estos que de lo perdido lo ganado es bueno. Y todo –dicen- porque la deuda la heredaron de la anterior administración.
La corrupción en el Gobierno de Olvera se empieza a sentir, los proveedores se quejan de los tratos que reciben y de las trabas que les ponen para no pagarles. Constructores afines a los intereses a la 4ª Transformación, que suponían harían el negocio de su vida, advierten que si no les cumplen empezaran a hablar.