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Arturo Núñez Jiménez –padre de Néstor Núñez, alcalde en la Cuauhtémoc– dejó una gravísima crisis en el sector Salud a su paso como gobernador en Tabasco. Como parte de su oscuro legado, al ahora exgobernador y a su esposa –Martha Lilia López Aguilera, expresidenta del Consejo Consultivo del DIF Estatal–, les achacan por lo menos tres fallecimientos por falta de atención médica, hospitales en grave crisis y desabasto, además de una enorme deuda a proveedores del sector salud.
Los padres de Néstor Nuñez son señalados como los responsables de un enorme quebranto económico, al grado que a finales de 2018, al dejar el poder, diversos sectores solicitaron sancionarlos con cárcel.
Por si lo anterior no fuera poco, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), luego de una revisión a 18 nosocomios de Tabasco –realizada del 11 al 26 de junio del 2018–, concluyó que las condiciones hospitalarias eran graves.
Además, la CEDH apuntó que a pesar de tener conocimiento de las condiciones, las autoridades estatales incurrieron en omisión, mostraron desinterés y violaron los derechos a la salud, por lo que se emitieron 12 recomendaciones.
Pero a pesar de la gravedad de los casos documentados, el todavía gobernador, su esposa y su secretario de Salud –Rommel Cerna Leeder–, ignoraron las recomendaciones del organismo.
SECTOR SALUD, HERIDO DE MUERTE
Los testimonios que contiene el informe de la CEDH narran las anomalías y dan cuenta de la gravedad que prevaleció en el sector salud.
Por ejemplo, un médico intensivista del Hospital Juan Graham refirió que “cuando el medicamento falta se les da receta a los familiares, y cuando no logra comprarlo el familiar el paciente se muere. Aquí mueren las personas por falta de medicamentos”.
Por su parte, personal de urgencias del Hospital del Niño Rodolfo Nieto Padrón, señaló a la CEDH: “A veces nos faltan medicamentos, es el mayor problema en esta área, y en ocasiones entubamos sin sedantes, ayer por ejemplo me tocó”.
Sin embargo, la CEDH no fue el único organismo que señaló al exmandatario estatal, Arturo Núñez Jiménez, y al titular de la Secretaría de Salud, Rommel Cerna Leeder, de ser los culpables de la peor crisis hospitalaria que padeció el estado en los últimos años, incluso superando a la que dejó el exgobernador Andrés Granier Melo.
Y es que el presidente de la sociedad médica del Hospital de Alta Especialidad Gustavo A. Rovirosa, Guillermo Morelos Villegas, el 6 de diciembre de 2018, rompió el silencio y acusó que las necesidades en nosocomios del estado habían tocado fondo, debido a la negligencia de las autoridades estatales, quienes deberían responder ante las instancias penales porque se estaba poniendo en riesgo la vida de los ciudadanos, esto porque los pacientes tienen que comprar todo para poder ser atendidos.
“Ha sido un gobierno inoperante, que ha tenido cinco secretarios de salud, casi uno por año. No ha enfrentado las condiciones, al tener un esquema mental muy cuadrado para no entender que si tienes una crisis de salud que viene de otros sexenios, pues tienen que doblar el presupuesto”, puntualizó.
Morelos Villegas no se anduvo con rodeos: “El principal responsable es el gobernador, el quiso salir en la boleta; el principal responsable es él y los secretarios de salud. Yo digo que hay que fincarles responsabilidades legales y penales, a partir de un juicio político”.
Debido a la falta de medicamentos y materiales quirúrgicos, en los últimos tres meses de 2018 se suspendieron al menos 120 cirugías diarias programadas y de urgencia en Hospitales de Alta Especialidad como el Hospital Rovirosa, del Niño y Juan Graham, medida que afectó a más de 3 mil 200 pacientes.
Esta crisis se agudizó para el fin de año, y al menos tres personas perdieron la vida a raíz de la incorrecta atención que se otorga en los hospitales de Alta Especialidad, debido a la falta de insumos, reportaron los mismos médicos.
La crisis del sector Salud implicó además, paros del personal a los que se les adeudaba quincenas y prestaciones, pese a que el padre del alcalde Néstor Núñez recibió 2 mil 892 millones 033 mil 194 pesos del presupuesto local y 2 mil 486 millones 704 mil 316 pesos del ramo 33, recursos que envía la Federación.
Sin embargo, dichos recursos no se reflejaron en el sector Salud.