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Sindicato del Senado bloquea disidencia; trabajadores acusan corrupción, nepotismo y asignación irregular de plazas bajo liderazgo de Bertha Orozco y Ruth Berrones
Por Juan R. Hernández
Grupo Cantón
Ciudad de México.- En un proceso electoral marcado por opacidad, exclusión y presunto abuso de poder, la magistrada del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA), Bertha Orozco, fue reelegida como dirigente del sindicato de trabajadores de la Cámara de Senadores, cargo que ha ocupado por más de 15 años.
Salvador Lozano, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Senado, denunció en entrevista con Diario BASTA! que la asamblea electoral fue convocada de forma irregular, permitiendo únicamente el registro de la planilla encabezada por Orozco y bloqueando la participación de otras expresiones sindicales.
A la sesión asistieron apenas 220 de los 580 trabajadores afiliados, lo que fue interpretado como una señal de hartazgo ante una dirigencia que, aseguran, ya no representa los intereses de la base trabajadora.
Lozano también destacó señalamientos contra Ruth Berrones, jefa de la Unidad de Relaciones Laborales del Senado, acusada de presuntos manejos irregulares en la asignación de plazas de base. Según trabajadores, las vacantes se otorgan de manera discrecional, incluso aquellas que por ley deberían asignarse a familiares de empleados fallecidos o jubilados.
“Nadie dijo nada cuando se asignaron plazas que correspondían a compañeros que murieron, muchos por COVID. Sólo nosotros exigimos justicia”, declaró Lozano. También denunció el desvío de recursos sindicales y el amiguismo que impera en el Senado, donde familiares de funcionarios han sido colocados en puestos con sueldos superiores a 70 mil pesos mensuales, sin experiencia legislativa.
El dirigente exigió la remoción de Berrones, la asignación legal de plazas a familiares directos, la basificación del personal técnico-operativo y la eliminación de lineamientos firmados sin el aval de la base trabajadora.
Finalmente, acusó a Elvia Aguillón Moreno, directora general de Recursos Humanos del Senado, de negarse a recibirlo y de favorecer acuerdos con el sindicato independiente, excluyendo al Sindicato Nacional, al que consideró la única organización que ha denunciado la corrupción interna.
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