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Especialistas advierten consecuencias médicas y económicas por la invasión de macroalgas en playas de Quintana Roo y Yucatán
POR JUAN R. HERNÁNDEZ
GRUPO CANTÓN
Ciudad de México.- Las aguas turquesa del Caribe Mexicano, símbolo del turismo nacional, enfrentan una amenaza creciente: el sargazo.
Más allá del impacto visual y ecológico, esta alga representa un serio riesgo para la salud pública, advierte el Dr. Gerardo López Pérez, alergólogo e infectólogo pediatra, director de Asistencia Pediátrica Integral y miembro de la Academia Mexicana de Pediatría.
En entrevista con Diario BASTA!, el especialista detalló que nadar en zonas infestadas por sargazo puede provocar desde dermatitis hasta infecciones cutáneas graves.
“Primero aparece la irritación, luego el rascado constante y, si hay bacterias en el agua, se abren puertas a infecciones serias”, explicó. Agregó que la descomposición del alga genera gases tóxicos —como ácido sulfhídrico y amoníaco— que afectan vías respiratorias, en especial en personas con asma, bronquitis o enfermedades pulmonares crónicas.
“El sargazo no es solo una planta molesta, es un síntoma de un ecosistema colapsado por el cambio climático, el calentamiento del mar y la contaminación por aguas negras y fertilizantes”, advirtió el doctor López Pérez. Además, señaló el riesgo de contaminación alimentaria por acumulación de metales pesados como plomo o arsénico en peces y mariscos.
LA CRISIS TAMBIÉN GOLPEA CON FUERZA LA ECONOMÍA TURÍSTICA
De acuerdo con la investigadora Leticia Durand Smith, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM, se prevé que en verano de 2025 el arribo de sargazo aumente 40 % respecto a años anteriores, superando los récords de 2018 y 2023. Solo en 2024, en Quintana Roo se recolectaron más de 37 mil toneladas.
Asimismo, un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) reveló que la presencia de sargazo reduce la actividad económica local hasta en 11.6 %. La ocupación hotelera cayó 30 % en los picos más graves, y sectores como restaurantes y transporte reportaron pérdidas del 20 y 25 %, respectivamente.
Según el Consejo Hotelero del Caribe Mexicano, en 2024 la industria destinó 150 millones de dólares en limpieza y disposición del alga, superando los 129 millones gastados en 2023. La UNAM estima que limpiar un solo kilómetro de playa puede costar hasta un millón de dólares al año, con el agravante de que el 30 % del sargazo retirado es arena, lo que acelera la erosión costera.
“Las autoridades no pueden limitarse a recoger sargazo; se necesitan medidas integrales de protección ambiental. Ignorar este problema sería irresponsable”, concluyó el Dr. López Pérez.
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