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Las Líneas 1, 3, 7, 9 y A concentran las mayores afectaciones, operando con “marcha lenta” o incluso suspensión de tramos
Redacción
Grupo Cantón
CIUDAD DE MÉXICO.- La Ciudad de México enfrenta un verdadero viacrucis en su sistema de transporte ante la temporada atípica de lluvias. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y la Conagua alertaron sobre un frente frío y el ingreso de humedad que mantendrán las precipitaciones, actividad eléctrica e inundaciones por lo menos durante los próximos siete días, afectando especialmente al Metro, que transporta diariamente a millones de capitalinos.
En los últimos días, las lluvias intensas provocaron anegaciones dentro y fuera de estaciones clave, interrumpiendo el servicio y extendiendo los tiempos de traslado a más del triple. La Línea 3 (Universidad-Indios Verdes) registró inundaciones en Deportivo 18 de Marzo, Potrero y Tlatelolco, donde usuarios permanecieron detenidos entre estaciones hasta por 20 minutos, atrapados en vagones sin ventilación.
A través las redes sociales, hombres y mujeres documentan filtraciones de agua y encharcamientos en estaciones como Pantitlán (Líneas 1, 5, 9 y A) fue uno de los puntos más críticos, con el acceso a la Línea A cerrado por anegamiento. Tacubaya (Líneas 1, 7 y 9) registró encharcamientos en andenes, y en Salto del Agua y Balderas (Línea 1). Indios Verdes presentó saturación en accesos debido a problemas de drenaje.
Con las lloviznas de la mañana, las Líneas 1, 3, 7, 9 y A concentran las mayores afectaciones, operando con “marcha lenta” o incluso suspensión de tramos por seguridad, como ocurrió el domingo en la estación Hangares.
Traslados que normalmente toman 30 o 45 minutos ahora rebasan las dos horas. Usuarios reportan recorridos de hasta tres horas entre Pantitlán y Observatorio; de Tacubaya a Barranca del Muerto los retrasos alcanzan los 90 minutos. Mientras el Metro atribuye los problemas a la “saturación del drenaje por lluvias atípicas”, los usuarios exigen soluciones. “Es lo mismo cada año: se inunda y nadie hace nada”, reprocha Gabriela Morales, desde Tacubaya.
Aunque las autoridades prometen reforzar bombas y drenajes, los capitalinos siguen padeciendo el caos: estaciones inundadas, vagones colapsados y jornadas agotadoras.
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