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Por Ricardo Sevilla
Comencemos con un hecho que muchos comentócratas racistas rechazan o desconocen: la enorme aportación de la comunidad migrante a la economía de Estados Unidos.
En la derecha no lo ven y no lo entienden. O lo ignoran.
Y ojo: esto no es una hipérbole ni una exageración, sino una realidad palpable y sostenida por innumerables estudios y estadísticas. ¡Qué no los ven ni los estudian nuestros comentócratas! Ah, bueno, eso ya es otra cosa.
Ahora bien, los terribles operativos en EU no solo buscan detener a las personas, sino infundirles terror, sobre todo.
El objetivo del gobierno de Trump es disuadir la migración futura y obligar a los migrantes a vivir en la sombra, haciendo que sus contribuciones económicas sean aún más invisibles y explotables. ¡Ese es el meollo del asunto!
Estados Unidos siempre ha manejado su política migratoria como un arma de control social a través del miedo y la incertidumbre.
Pero no, sólo eso.
Detrás de estas terribles redadas se esconde un racismo estructural que victimiza a las comunidades latinas, y especialmente a la comunidad mexicana. Yo, cada que escucho a los cretinos conservadores, exaltando sus películas hollywoodenses, me siento asqueado. Y es que ahí, en esas películas, siempre hay narrativas antiinmigrantes.
Y es que estas narrativas, aunque esencialmente son impulsadas por grupos políticos reaccionarios, tienen la perniciosa ayuda de los y de comunicación de la derecha.
Y todo mundo sabe que el cine es un medio que ha servido para impulsar narrativas conservadoras.
Y ahí, en muchísimas de esas películas, se justifican acciones como estas redadas pintando a los migrantes como una amenaza, en lugar de retratarlos como lo que realmente son: un pilar económico y cultural. Y, lamentablemente, esta percepción lleva años arraigada en la narrativa política estadounidense. Es la manifestación de una arraigada xenofobia que se niega a reconocer la humanidad y la importancia de las personas que buscan una vida mejor.
