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Municipios como Ocuilan, Texcoco y Zinacantepec figuran entre los más afectados por esta combinación de humo, ceniza y sequedad con mayor contaminación
REDACCIÓN, GRUPO CANTÓN
El Estado de México atraviesa una de sus peores crisis ambientales en años, producto de una combinación alarmante: la falta de lluvias y una escalada en incendios forestales.
Durante la última semana, el número de siniestros superó los cien, posicionando al Edomex como la entidad más golpeada del país en este rubro, de acuerdo con cifras de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR).
La situación se ha agravado por las condiciones climáticas extremas, el calor persistente, la baja humedad en el ambiente y la acumulación de vegetación seca, han creado un escenario altamente inflamable. En tan solo unos días, el fuego ha consumido más de mil 400 hectáreas, con especial afectación en las regiones sur, norte y oriente del estado.
La Protectora de Bosques del Estado de México (Probosque) ha tenido que desplegar intensas operaciones en al menos 20 incendios registrados durante el último fin de semana.
Aunque el balance anual indica una ligera mejora en comparación con 2024 con un descenso del 34% en la cantidad de incendios y una reducción del 31% en superficie afectada, los expertos advierten que el periodo más crítico del año, apenas está comenzando.
La dependencia casi total de lluvias, que aún no llegan, sumada a la presencia de ráfagas de viento que aceleran la propagación del fuego, podrían empeorar considerablemente el panorama de la región en los próximos días.
Las autoridades han hecho un llamado urgente a la ciudadanía para evitar cualquier actividad que pueda desencadenar un nuevo incendio. En particular, se ha pedido abstenerse de realizar quemas agrícolas, prender fogatas o manipular pirotecnia en zonas forestales. Mientras tanto, brigadistas especializados y helicópteros continúan trabajando sin descanso para contener los siniestros activos.
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