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LUTO EN FAMILIAS DE LA CDMX
Esperaban el transporte para llegar a su destino la madrugada del miércoles, en la víspera del banderazo del programa Conduce Sin Alcohol. La muerte llegó conducida por un joven alcoholizado ahora convertido en presunto multihomicida doloso.
En el cruce de Río Churubusco y Calzada Zaragoza, un hombre acaba de comprar café y pan. Hacía fila con otras personas cuando el victimario en estado de ebriedad y a ex- ceso de velocidad proyectó el auto contra el grupo.
La fatalidad, el dolor brutal, la mutilación. Cuatro muertos y tres heridos. Familias enlutadas por el consumo de alcohol sin medida.
El recuerdo de las víctimas estuvo ayer presente en el banderazo del alcoholímetro, el programa que en los últimos seis años ha disminuido en 40 por ciento los accidentes mortales provocados por conductores ebrios. Pero todavía falta.
En la Glorieta de Cibeles, colonia Roma —sector al cual estaba asignada la agente Karina de la Paz, muerta en el accidente—, la Jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada, hizo un llama- do a reforzar la cultura vial: “Que en es- te programa de Conduce sin Alcohol se puedan aumentar los puntos para garantizar seguridad en estas fechas”.
Escuchaban quien lidera la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez, y Héctor Ulises García, el secretario de Movilidad. El programa bajo la conducción de la subsecretaria de Participación Ciudadana, Paulina Sa- lazar, y el subsecretario de Tránsito, Cristian Raymundo Sumano, funcionará 24/7 hasta el 6 de enero y la intervención de los agentes será supervisada por cámaras corporales conectadas a los remolques y desde el C5.
Hace falta la voluntad ciudadana y empresarial para un buen regreso a casa. Salvar vidas y fortalecer la confianza es el objetivo, mencionó la secretaria ejecutiva del Consejo Ciudadano, Clara Luz Álvarez.
El alcoholímetro es para celebrar las fiestas decembrinas con alegría y sin tragedias que enlutan familias.