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Por Eduardo López Betancourt
elb@unam.mx
Sin duda, la guerra que mantienen Ucrania y Rusia ha sido un tema preocupante que ha generado gran cantidad de muertes, desplazamientos y daños materiales. Aunque la situación parece complicada, hay una noticia que ofrece una luz de esperanza, ya que, Donald Trump expresó su intención de ponerle fin de inmediato.
Un líder con influencia global como Trump, podría marcar un cambio en la situación por la batalla que ha causado daños irreparables en Europa y Rusia, por lo que es fundamental encontrar una solución pacífica.
Es importante destacar que el enfrentamiento entre Ucrania y Rusia, tiene sus raíces en la tensión geopolítica entre Rusia y Occidente, donde la invasión rusa a Ucrania se ha visto como una agresión a Europa y, el Kremlin ha argumentado que su objetivo es proteger a las personas que habitan en la región del Donbás, sin embargo, la comunidad internacional ha condenado la invasión y ha impuesto sanciones económicas a Rusia. Al respecto, la OTAN y la Unión Europea han apoyado a Ucrania en su lucha, supuestamente por la soberanía y la integridad territorial.
En resumen, el conflicto entre Ucrania y Rusia es un choque complejo que requiere solución a corto plazo y, es fundamental que la comunidad internacional realice un trabajo para encontrar la adecuada y constructiva resolución en beneficio de estas dos naciones principalmente, por encima de la cantidad de intereses creados.
En realidad, históricamente ha existido una hermandad entre ambos pueblos, por lo que resulta inexplicable la conducta bélica que hoy tiene preocupado al mundo entero. La vida humana y la paz son objetivos esenciales que no deben perderse de vista.