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Como legislador sólo se le aprobó una iniciativa sin mayores beneficios para los empleados en México
DANIEL ESCOBAR
Ciudad de México.- Napoleón Gómez Urrutia, quien desde 2002 empezó a convertirse en un fuerte líder sindical, y desde 2018 entró a la arena legislativa, ha fracasado notoriamente en este segundo rubro, si de buscar mejorías legales en la condición de los trabajadores se trata.
El que desde principios de siglo lideró el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, en esta legislatura consiguió un cargo como diputado federal, sin embargo, de 2018 a 2024 fue senador, sin lograr más que una reforma en materia laboral, incluso aunque propuso algunas cuantas cosas en otras materias, ninguna logró traducirse en letra legal.
La única iniciativa lograda de Gómez Urrutia, solamente consistió en volver el 01 de octubre de cada seis años (cuando hay un cambio en la Presidencia de México), como día de descanso obligatorio, lo cual no se traduce en ningún cambió real o palpable, pues se cambió de los días primeros de diciembre a dichas fechas, es decir, que era una simple actualización.
De ahí en fuera, de las 21 propuestas que tuvo, incluso destaca una en la que buscó volver una obligación constitucional que para efecto de prestaciones laborales, únicamente se tome en cuenta el salario mínimo, aunque un trabajador gane más de eso.
“Para efectos de derechos y prestaciones laborales, así como para efectos de seguridad social, se tomará como referente únicamente el salario mínimo”, propuso Gómez Urrutia que dijera el artículo 26 constitucional.
Aparte de esta hubo una para que los patrones que no comprueben la causal de despido, paguen todos los salarios vencidos, aunque el trabajador no lo pida en su demanda, y otras pocas nimiedades que no tuvieron el cabildo necesario para aprobarse.
Este fracaso legislativo de Gómez Urrutia, también se traduce en que acumuló hasta 220 ausencias en las diferentes votaciones de la primera legislatura del sexenio pasado (de 2018 a 2021), y en la segunda (de 2021 a 2024) esa cifra ascendió a 312, lo cual quiere decir que en esas 532 veces, no apoyó ni siquiera a sus compañeros diputados, incluidos los de su partido, Morena.
Lo anterior, se suma al historial de indiferencia con los trabajadores que representa, pues desde que Gómez Urrutia encabezó el Sindicato Minero, fue duramente cuestionado por únicamente aprovechar el fallecimiento de su padre (Napoleón Gómez Sada) y obtener de ello una posición de poder, ya que se cuestiona si en verdad fue minero o perteneció al gremio.
“Por intereses políticos, llega con lujos, operado de la cara, algo que no puede hacer un minero, porque no le alcanza”, dijo en 2018 Carlos Pavón, líder sindical priista, cuando Napoleón Gómez Urrutia volvió de un largo exilio por acusaciones en su contra, para incorporarse como senador.
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