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Por Salvador Guerrero Chiprés
Pocas niñas o niños gustan de las inyecciones. En realidad es un pinchazo 90 por ciento apenas perceptible cuando se trata de vacunas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sido enfática: son las principales herramientas para garantizar el derecho a la salud.
Después de la pandemia somos más conscientes de la importancia de la prevención.
En el derecho a la salud están incluidos: acceso a servicios médicos, atención primaria de calidad, agua potable y saneamiento, así como la garantía para disponer de manera equitativa de tecnologías innovadoras como las vacunas y combatir enfermedades infecciosas. Afectan principalmente a poblaciones vulnerables.
La insaculación ha sido durante más de un siglo instrumento poderoso para la prevención de enfermedades y la protección. Según datos de la OMS aproximadamente tres millones de muertes son evitadas anualmente gracias a la vacunación.
Sin embargo, la cobertura aún es desigual. Más de 20 millones de niñas y niños a nivel mundial carecen de la inmunización básica. En la CDMX nos importa mantener un nivel prácticamente universal. De ahí la importancia de campañas de vacunación como la iniciada ayer en el Zócalo por la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, para la temporada invernal 2024-2025.
Más de 2.5 millones de dosis contra la influenza estacional y 870 mil para Covid en 3 mil 435 puntos de vacunación constituyen una batería fundamental para la protección de poblaciones vulnerables, entre ellas niñas y niños y personas mayores de 60 años.
Contra la influenza y la Covid. Dos piquetes con un objetivo simple. Lo definió la secretaria de Salud Nadine Gasman: mantenerse saludable.
La salud es una cuestión de justicia social y equidad ante al reto invernal. Y de la salud democrática de un gobierno hablan los pinchazos en el brazo de Brugada. Y mantuvo la sonrisa.