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Juan R. Hernández
Probablemente, uno de los peores errores que pudo cometer el candidato de la coalición conformada por el PAN, PRI y PRD, Santiago Taboada, fue el haber interpuesto una queja ante el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) para ordenar a los legisladores y políticos de Morena a eliminar publicaciones, en las cuales relacionan al panista con el llamado “Cártel Inmobiliario”.
Y menciono que es error porque a larga, les dará más elementos a sus detractores para seguirlo señalando, porque resulta inverosímil que más de una veintena de empleados claves y directores de la alcaldía Benito Juárez estén bajo investigación y algunos de ellos, incluso ya estén bajo proceso judicial o en calidad de prófugos de la justicia y el titular de la demarcación no esté enterado. La corrupción inmobiliaria es un escándalo que definitivamente ha manchado y enturbiado la administración de Taboada.
Si a ello se le suma que, en sus declaraciones, todas testadas, se reportan tres inmuebles, algunas cuentas bancarias y, en la más reciente se indique que carece de un patrimonio y que su casa sea rentada, definitivamente está muy mal asesorado en lo referente a la proyección de una imagen.
Otro error, pero ahora en los debates, definitivamente el ocurrido con el debate del bostezo de Xochimilco, en el que nos comentan nuestros confidentes del Congreso capitalino, que probablemente ya exista un pacto de silencio entre los candidatos para evitar mostrarse los trapitos al sol, cosa que definitivamente no les ha gustado a sus diferentes dirigencias en la Ciudad de México, pues la consigna que hay es borrar al adversario político del mapa.
Por cierto, nos comentan que hay molestia de los trabajadores, pues hay varios personajes en Xochimilco que están en nómina, que sólo aparecen para cobrar y se pasan a apoyar en las campañas de dos candidatos a diputación local y federal.
