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Por Ricardo Sevilla
Vaya semana infernal que ha tenido el dueño de Tv Azteca. Ricardo Salinas Pliego ha recibido dos durísimos reveses en un par de días. Uno se lo propinaron en la SCJN y otro en la Secretaría de Gobernación.
Y es que, en primerísimo lugar, hay que informar (y celebrar) que el dueño de Grupo Salinas tendrá que pagar más de 1,700 millones de pesos al SAT, aunque chille, patalee e injurie todo lo que quiera en sus redes sociales.
Y, por otro lado, déjeme contarle, por si no lo sabe, que el jueves pasado la Guardia Nacional aseguró, por fin, el campo de golf que Salinas Pliego tenía concesionado, de manera arbitraria, en Huatulco.
Desde luego, el dueño de Totalplay está rechinando los dientes de coraje. Tanto, que ya ordenó a Javier Alatorre, Alejandro Villalvazo y a otros de sus burdos presentadores de noticias que salgan a lavarle la cara y a decir que el Gobierno federal está encabezando una campaña en contra del pobre prestamista. ¡Por favor!
Se entiende que estos personajes, fascinerosos y amarillistas, acepten salir a defender la causa de Salinas Pliego. Para eso se alquilan y para eso les pagan. Y si a eso agrega usted que no tienen dignidad, el cuadro queda completo. Y lo entenderemos todo.
Pero lo que no se puede comprender es que, lamentablemente, todavía hay sectores de la sociedad mexicana que creen las mentiras que estos desinformadores propalan. Y eso no lo podemos permitir. O, por lo menos, yo no lo puedo aceptar. Me niego a dejar al pueblo a merced de estos calumniadores profesionales.
Así que para informar, con datos duros, al pueblo de México, hay que dedicarle un buen tiempo a desmontar las falsedades de estos campeones de la mentira.
Ya basta de que nos intente ver la cara Salinas Pliego.
Me explico. El vendedor de muebles tiene un (próspero) negocio llamado Totalplay. Y esa empresa, de acuerdo con el SAT, quería tomarle el pelo a la autoridad hacendaria aplicando deducciones de manera arbitraria, caprichosa e indebida. Y el caso paró en la Corte.
Infelizmente, los medios de comunicación de la derecha, que reciben millones de pesos en chayote y en pautas publicitarias, decidieron ponerse en sintonía con Salinas Pliego y salieron a decir, irresponsablemente, que la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia, por sus pistolas, había decidido otorgar un amparo directo a Totalplay para que la empresa del usurero continuara evadiendo el pago de impuestos.
Pues no fue así. Eso es una mentira roñosa. De una miserable estratagema, de un burdo ardid.
Tanto que el dueño de Totalplay tendrá que pagar 1,700 millones de pesos al fisco, aunque se tire en el piso y se le quiebren los enormes dientes que tiene. Si fuéramos como él, nos burlaríamos. Pero, afortunadamente, no somos iguales.
