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Los elementos de seguridad de la capital mexiquense son acusados de extorsión, corrupción, riñas y por portar armas sin licencias para ello.
Héctor Quezada
Estado de México.- Los gobiernos priístas en el municipio de Toluca, a cargo del alcalde suplente, Juan Maccise, y el exedil Raymundo Martínez Carbajal, quien se encuentra preso, son los responsables del incremento de la ola de violencia en la capital mexiquense, denunciaron habitantes.
Además, los acusaron de ser permisivos con los policías locales, pues estos se dedican a atormentar a la población a través de la exigencia de “moches”, lo que ha provocado mayor desconfianza hacia los uniformados.
Los elementos de seguridad del ayuntamiento son acusados de extorsión a automovilistas y motociclistas; riñas con policías estatales; frecuentes actos de corrupción e, incluso, de no contar con licencias para portar armas.
En múltiples ocasiones, los afectados denunciaron que Martínez Carbajal exigía una cuota a los policías municipales y de tránsito, situación que obligaba a los uniformados a detener a los ciudadanos de manera arbitraria para exigirles “moches”.
Tras el cambio de edil, se creyó que este problema se acabaría. Sin embargo, Maccise Naime es omiso ante las constantes denuncias ciudadanas, entre ellas que los policías inventan infracciones y amenazan a los conductores con “llamar a la grúa” si no les dan dinero.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer que al menos 6 de cada 10 habitantes consideraron como ineficaz el trabajo de la policía municipal, puesto que más del 66% la calificó como una autoridad que le inspira desconfianza.
También, más de la mitad de la población experimentó algún acto de corrupción por parte de los elementos de seguridad local.
Por si fuera poco, los vecinos de Toluca han evidenciado a policías municipales con bebidas alcohólicas en horario laboral, luego de que en enero se suscitó una riña entre elementos locales y uniformados estatales, lo que dejó un saldo de un muerto y dos heridos.
Dato
Más del 66% de los habitantes señalaron que los policías municipales no les inspiran confianza.
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