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RICARDO SEVILLA
Después de siete largos años, Grupo Imagen, donde trabajan los señores Ciro Gómez Leyva y Pascal Beltrán del Río, ha perdido un largo litigio y debe, por fin, desmontar el helipuerto que construyó, de manera ilegal, en una zona habitacional al sur de la Ciudad de México.
Cabe mencionar que, desde el comienzo de la obra, los vecinos de esa zona mostraron su rechazo ante canal de televisión que, por sus pistolas, construyó un helipuerto que incumplía con las normas establecidas por la Semarnat para zonas escolares y residenciales. Es decir: el helipuerto de Grupo Imagen pretendía echar a andar iba más allá de los 55 decibeles en el día y los 50 decibeles en la noche que se permiten.
Y, quizá por lo mismo, ninguno de los presentadores de noticias de esa televisora se atrevió a tocar el tema. No parecía importarles que un helicóptero pretendiera descender en una zona habitacional, emitiendo entre 75 y 112 decibeles, sin tomar en cuenta que arriba de 60 decibeles afectan gravemente los oídos.
Afortunadamente, y después de un largo y desgastante litigio, la compañía Gimm, Administradora de Inmuebles, SA de CV, propiedad del empresario Olegario Vázquez Aldir, tendrá que comenzar a desmantelar el helipuerto que construyó, en 2016, en medio de 25 mil familias, sin ningún permiso.
¿Pero qué cree? Que vecinos de las unidades habitacionales que se encuentran alrededor de la autodenominada “Ciudad Imagen” nos aseguran que, aunque la ley ya ha determinado que la empresa propiedad de Vázquez Aldir inicie la demolición o desmantelamiento de su helipuerto, en la empresa donde trabaja Ciro Gómez Leyva no han movido un sólo dedo para ejecutar la orden.
Por ahora, el helipuerto se encuentra inactivo, como apunta el dramaturgo y director de teatro Alexandro Guerrero, gracias al trabajo y al tesón de diferentes grupos vecinales, como “Vecinos-Copilco-Universidad” y, sobre todo, a la comprometida defensa que ha realizado la abogada Livd Espinoza Oteo.
Aunque Livd Espinoza asegura que Gimm ha perdido el caso y se ha quedado sin recursos, lo cierto es que, hasta el momento, en la empresa de Olegario Vázquez Aldir siguen sin poner manos a la obra