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Manifiesto | 50 días

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Abraham Mendieta 

Esta semana se cumplieron los 50 primeros días del proceso interno de asambleas informativas que diseñó Morena para sus corcholatas, y aunque no todos los han aprovechado de la misma forma, podemos concluir que se está cumpliendo la tarea que el partido guinda buscó: volver al territorio.

Sacando temporalmente de la ecuación la competencia interna por ver quién encabeza la coordinación en defensa de la transformación, Morena habría logrado con este proceso dos objetivos principales: el primero y más evidente, el de marcar la agenda comunicativa, acaparando gran parte del espectro mediático, imponiéndole el camino a una oposición desorientada que no pudo más que copiar a su manera el ejercicio. En segundo lugar, ampliar la base social de simpatizantes con el proceso de la Cuarta Transformación, pues en sus nutridas agendas, los contendientes han visitado en total a millones de mexicanos en cientos de ciudades y pueblos, sumando a posibles aliados que no habían sido activados hasta ahora, como organizaciones gremiales, vecinales o sociales.

Y como en todos los procesos políticos, hubo sorpresas, y una de las más destacadas vino del sur, con Adán Augusto López Hernández, que ha realizado una gira incansable, con gran convocatoria popular en más de 130 eventos en pueblitos, comunidades y grandes ciudades de todos los estados, demostrando además que tiene la estructura política más sólida de entre los demás aspirantes. Quien inició siendo la “corcholata desconocida” hoy es ya una de las propuestas más serias del obradorismo para continuar con el proceso político iniciado por quién fuera su maestro, Andrés Manuel López Obrador. De igual forma, Claudia Sheinbaum ha continuado con sus eventos en las principales capitales del país con una notable asistencia popular, articulando un discurso temático, en el que semana tras semana, aborda una materia diferente, exponiendo logros y datos sobre las distintas políticas de gobierno. Otra sorpresa es la manera particular en la que Marcelo Ebrard decidió abordar este proceso, con pocos recorridos y eventos populares, pero con muchas acciones mediáticas.

Si la estrategia es acertada o no solo el tiempo lo dirá, pero por el momento, faltan apenas 2 semanas para que este proceso llegue a su final.

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