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Periodismo Subjetivo | La falta de ética de la oposición y de sus medios

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Jorge Gómez Naredo

Le metieron muchísimo dinero a Xóchitl Gálvez para levantarla y hacerla un “fenómeno mediático”. Muchísimo. Y aunque en redes sociales tenga muchos “me gustas”, la verdad es que ya se les está desinflando y por más dinero que le meten, no despega en las calles y se desmorona en el internet.

Por eso están desesperados. Querían hacer de Xóchitl Gálvez un perfil popular que compitiera con los aspirantes a la candidatura a la presidencia de la República por Morena, pero no lo lograron. Buscaban convertir a la panista en popular, en gente del pueblo, que venía de la pobreza y entendía el sufrimiento de millones de mexicanos. Pero eso es complicado, y más cuando Xóchitl se ha embolsado en nueve años -y al amparo del tráfico de influencias y la corrupción- mil quinientos millones de pesos.

Por eso, idearon una nueva campaña de guerra sucia, que es realmente detestable. Están difundiendo, vía sus medios de comunicación y de personajes como Raymundo Riva Palacio, Héctor Aguilar Camín y Joaquín López Dóriga, la idea de que el presidente López Obrador, al mencionar a Xóchitl Gálvez, está creando un ambiente de “atentado” contra la panista.

El propio presidente rechazó esta acusación así: “estoy constatando una campaña que acaban de echar a andar, muy irresponsable, perversa, de malas entrañas y riesgosísima. Están difundiendo que, si le pasa algo a un periodista [o] a un aspirante a la presidencia, va a ser culpa mía. Pero esto lo está diciendo López Dóriga, la señora Pagés, Aguilar Camín, Riva Palacio, toda esta gente de los medios de manipulación vinculados a Salinas de Gortari”.

La campaña que han emprendido varios medios y comentadores de noticias es realmente irresponsable, porque el presidente jamás ha participado en actos de violencia y, al contrario, siempre pide respeto, paz y amor al prójimo. Por eso es terriblemente perversa la campaña.

Quienes la emprendieron, no tienen calidad ética. Y los periodistas que la secundan, no deberían llamarse periodistas. Eso no hace alguien que se dedica al periodismo. Son unos impresentables.

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