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Ana María Vázquez
El INEGI define la percepción de inseguridad como la sensación de la población de ser víctima de algún hecho delictivo, para ello, una de las herramientas para medirla son las llamadas encuestas, sin embargo, esta muestra es cognitiva y por tanto, modificable por el entorno.
por tanto, modificable por el entorno. Sin tratar de minimizar los hechos, incluyendo los cárteles que desde la Guerra de Calderón han proliferado, así como la ola de violencia que hasta este sexenio ha manejado con una estrategia diferente, la percepción crece a medida que los medios dan escandaloso foco a ella. En los años 60 nació el Alarma, que explotaba el morbo de los lectores por los hechos delictivos de la época; poco a poco, el resto de los medios “serios” comenzaron a tener secciones donde daban cobertura a estos hechos para atraer más lectores, sin embargo el buen periodismo, más que explotar, denunciaba los hechos y exigía soluciones, mostraba estadísticas, testimonios y daba detalles comprobables de los hechos que sucedían, tal como pasó durante el sexenio de Calderón en el que fue necesario crear un “acuerdo de cobertura informativa” o pacto de silencio para no difundir los hechos brutales de violencia que sucedían entonces.
Hoy, con plena libertad, vemos que esos mismos medios, sin moches ni “acuerdos”, se han convertido en parte de la “guerra blanda” creando la PERCEPCIÓN DE INSEGURIDAD a través de encabezados alarmistas, derrotistas, trágicos y al leer la nota, se puede verificar que en muchos casos está sustentada en un supuesto, un rumor o la simple opinión de quien escribe.
Muchas veces, desde las mañaneras se ha alertado de ello y recientemente el presidente López Obrador advirtió que, este tipo de noticias crecerá a medida que se acerquen las elecciones, tal como lo vimos en 2018 y en las intermedias del año pasado.
Quizá no te guste mucho leer, pero si alguna nota te interesa y la lees completa, no te quedes con lo primero que te dan, verifica siempre la autenticidad del dato. La prensa y los medios masivos, así como las redes nos bombardean en todo momento con noticias falsas, manipuladas o infladas. La única defensa es tu propia congruencia y curiosidad para averiguar quién dice la verdad.
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