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Un video muestra cuando asesinos llegaron, dispararon a la familia y los rociaron de gasolina para calcinarlos
SALVADOR TREJO
grupo cantón
ESTADO DE MÉXICO. – ¿En qué estado vive este señor (el alcalde Raymundo Martínez Carbajal? ¿Cómo es posible que se atreva a decir que detrás de la matanza en la Ceda de Toluca no está el crimen organizado? Los delincuentes comunes no operan de esta manera ni actuarían con tal salvajismo como lo hicieron los asesinos de esta pobre familia”, dijo a Diario BASTA! un locatario de la Central de Abasto mexiquense que pidió el anonimato por temor a represalias.
El hombre, visiblemente consternado -ya que el local donde laboraba queda a escasos metros de donde ocurrió la masacre en la que perdieron la vida 9 personas y una sufrió quemaduras en el 80 % de su cuerpo, lo que la tiene al borde de la muerte-, toma su café tembloroso, pues aún era de madrugada y, como todos los días llegaba a cumplir con su trabajo.
“Cuando llegué me sorprendí mucho porque había muchos policías, camiones de bomberos y ambulancias y los de la Policía Estatal me dijeron que no podía pasar porque la nave H estaba cerrada por un incendio. Entonces me preocupé muchísimo, pues no sabía si entre las bodegas quemadas estaba donde yo trabajo, había mucho movimiento y, cuando los bomberos apagaron el incendio, los policías entraban y salían. Poco a poco comenzaron a llegar cargadores, diableros y los dueños de otros locales, pero a nadie dejaron entrar y nosotros estábamos con la idea que se había tratado solo de un incendio”, señaló el bodeguero.
Sin embargo, mientras los minutos transcurrían se dio cuenta que algo andaba mal, pues vio llegar a algunos integrantes de la familia Ramírez que lloraban y gritaban desconsolados en la entrada de la nave. “A ellos fueron a los únicos que dejaron pasar del otro lado de la valla de protección, por lo que pensé que su bodega ubicada en el local 7mera la única que se había quemado, pero de repente vi que los bomberos comenzaron a sacar bultos tapados con hules azules y los colocaron en un tapanco en uno de los pasillos, aún no sabíamos que esos bultos eran los restos de los 8 integrantes de la familia Ramírez que murieron quemados en el incendio”, señaló.
TRAGEDIA
Ya casi estaba amaneciendo y los pasillos y el estacionamiento de la Central de Abasto poco a poco se fueron invadiendo de clientes, proveedores y locatarios que no sabían lo que había pasado, pero rápidamente la noticia de la matanza se propagó como reguero de pólvora. “Mataron a una familia que estaba durmiendo en su bodega, les rociaron gasolina y les prendieron fuego”, dijo un cargador a los presentes, quienes mostraron rostros de incredulidad.
Uno de los diableros comentó en voz baja a sus compañeros “se me hace que fueron los extorsionadores, esos weyes le quieren meter miedo a los demás bodegueros para que paguen la cuota que les piden, pero qué poca madre tienen, había dos chavitos y tres ancianos durmiendo ahí entre la verdura y les valió madre, de todos modos, les prendieron fuego”.
Y, efectivamente, el denunciante tenía razón, pues entre las víctimas mortales se encontraban Alexander y Christian, de 6 y 14 años de edad, quienes se quedaban a dormir con sus padres a en la bodega número 7 de la nave H para a temprana hora comenzar con la venta del día, pues la Central de Abasto no duerme y las actividades empiezan desde la madrugada. También fueron hallados calcinados en los escombros tres personas de la tercera edad identificadas como Pilar, Benito y Lourdes, otros dos no fueron identificados al momento y dos más fueron llevados aún con vida al Hospital López Mateos, donde uno falleció a causa de las quemaduras.
PATRÓN
Por lo que se observa en las imágenes captadas por las cámaras de videovigilancia del lugar, los responsables de la matanza actuaron con sangre fría y utilizaron un patrón similar al del crimen organizado, pues al menos 6 sujetos entraron armados a la bodega, dispararon contra sus víctimas y luego rociaron la bodega con gasolina y le prendieron fuego con sus víctimas en el interior y escaparon tranquilamente sin ser molestados.
Inclusive todo apunta a que recibieron ayuda de los vigilantes de la empresa Asegurimex, encargados de la seguridad en el mercado, quienes le dieron acceso a los criminales a sabiendas de que no pertenecían a la Central de Abasto y tampoco activaron el botón de emergencia, lo que haber evitado la tragedia. Los cuatro vigilantes fueron asegurados por agentes de la Fiscalía General de Justicia mexiquense y se encuentran bajo investigación.
A pesar de las denuncias por extorsiones que sufren varios de los locatarios, la Fiscalía sigue como principal línea de investigación un tema de disputa por la ocupación de espacios al interior de la Ceda. Inclusive trascendió que la familia sacrificada había obtenido un amparo y eso fue lo que detonó la masacre. Los bestiales asesinos aún se encuentran prófugos de la justicia.
SOBREVIVE PERRITO
Antes de asesinar a las nueve personas, los criminales sin escrúpulos dispararon contra Barbitas, una perrita que olfateó sus negras intenciones y les ladró, pero un balazo en una de sus patitas la alejó. El noble animal perderá su extremidad, sin embargo, los comerciantes de la nave H recaudaron fondos para su operación.
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