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Ana María Vázquez
Nunca pensaste en preguntar a los candidatos (de cualquier sexenio), ¿para qué quiere llegar, y que te respondiera sin politiquerías, frases hechas o en el mejor de los casos mentiras que ellos y nosotros sabemos que no cumplirán?
Dado que la Cuarta Transformación es un proceso, un movimiento, no un partido y que este apenas ha comenzado sentando las bases de este, lo indispensable en este momento es que la continuidad pueda llevarnos hacia la consolidación del proceso de cambio.
“Continuidad con cambio”, es la consigna que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha señalado para el período 24-30 y esto significa que quien quede en la Coordinación de los Comités de Defensa de la 4T tenga un panorama claro y un plan de trabajo a seguir al que deberá COMPROMETERSE para que la transformación siga su curso, para ello han sido convocados 21 especialistas en diversas ramas que, presididos por el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, darán vida al Proyecto de Nación 2024-2030.
Muchas cosas han cambiado desde el 2018, antes, en las elecciones por dedazo, quien quedaba arriba era el encargado de administrar las demandas de la cúpula empresarial, los compromisos partidistas, el quedar bien y/o recibir línea de Estados Unidos, el puesto “pá los cuates”, el clan de Harvard, etc.
Con el 71% de aprobación (Demoscopía Digital), el presidente se dispone a entregar el cargo y un elefante todavía muy reumático a quien se elija por consenso popular; mientras, sobre 21 ciudadanos recaerá la responsabilidad de entregar el informe de rezagos, metas a cumplir y sobre todo la continuidad del proceso de cambio en el que hemos entrado en este vertiginoso sexenio.
Conozco a la mayoría de los 21 seleccionados y doy fe de su calidad moral y humana, de su conocimiento e interés genuino por el proceso de transformación y estoy segura de que harán un excelente trabajo para entregar un proyecto acorde con las necesidades, carencias y camino a seguir para la continuidad.
La pregunta con la que abrí esta columna estará respondida si quien queda en la elección final, respeta los compromisos adquiridos, no con el partido, no con los medios ni con las cúpulas, sino con el pueblo.
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