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Sebastián Ramírez Mendoza
La oposición desde hace tiempo ha decidido anclarse en la Ciudad de México. Tras varias contiendas electorales en todo el país en donde la mayoría de las entidades ha dado la espalda a los proyectos derechistas del PAN, PRI y el PRD, a esta alianza no le ha quedado alternativa fuera de la Capital. Es por esto que aquí hoy vemos una de las campañas negras más robustas después de la que dirigen sin mucho éxito contra el Presidente López Obrador.
Sin embargo, a un año de las elecciones, la mayoría de las mediciones sobre intención de voto y preferencias políticas entre las y los capitalinos, demuestran
que el discurso de la derecha no ha permeado. En promedio cerca del 50% de la población sigue afirmando que si hoy fuera la elección, votarían de nuevo por Morena, incluso en las alcaldías en las que actualmente gobierna el PRIAN. De acuerdo con El Financiero, el bloque obradorista lleva la delantera con el 50%, El Universal reporta un 45%, El Economista, un 49.3%, e incluso El Reforma reconoce que la intención de voto por Morena es del 47%.
No podemos perder de vista que la Ciudad de México históricamente ha sido punta de lanza en materia de derechos. Todas las luchas sociales que desde aquí se han gestado, han sido acompañadas por proyectos políticos y gobiernos de izquierda: las demandas de las mujeres, de las comunidades originarias, del magisterio, de la diversidad sexual, de los estudiantes, por el medio ambiente, y una larga lista de causas.
En más de una ocasión quienes comulgan con el pensamiento conservador, se han pronunciado en contra de estas batallas ganadas. No son pocos los personajes de sus filas que están en contra de que se apoye a nuestros adultos mayores, a los jóvenes para construir un proyecto de vida en libertad, o contra las becas a nuestras niñas y niños. La derecha debería comenzar a asumir que la Ciudad de México es profundamente libertaria y plural, y que aquí las expresiones que rayan enel fascismo no tienen lugar. En Morena tenemos claro que no permitiremos ningún retroceso en nuestra ciudad de derechos y libertades.