35 lecturas
Abraham Mendieta
La Cuarta Transformación tiene la oportunidad de oro para ganar la elección presidencial de 2024 desde muchos meses antes: para ello, necesita pasar con éxito una aduana en la que sus adversarios tienen puestas todas las expectativas.
Esa aduana es, evidentemente, el proceso interno por el que se definirá al candidato o candidata presidencial que, sin duda, será desde el inicio el gran favorito de la contienda. Este proceso de definición tendrá su arranque formal, a efectos partidistas, después de que este domingo, el partido Morena acuerde las normas de esta competencia, con los tiempos claros y los límites bien definidos.
A esperas de lo que defina el partido de López Obrador este domingo, parece claro que el método de selección será una encuesta abierta, en la que la ciudadanía podrá definir cuáles son sus opiniones sobre los propuestos.
Las preferencias dentro del obradorismo pueden cambiar, pero en este momento, los hombres mejor posicionados son Adán Augusto López Hernández, mano derecha del presidente, y Marcelo Ebrard, quienes se disputan el espacio según la encuesta. Y por el lado de las mujeres, solo aparece por el momento Claudia Sheinbaum.
Cada corcholata tiene sus ventajas: la de Adán Augusto está clara, es el hombre de máxima confianza de López Obrador, e incluso renunció a la gubernatura para acompañarlo, cuando muchos otros lo hicieron al contrario. También el fuerte de Claudia es evidente: gobierna la capital del país con lo que ello implica. Y el Canciller no se queda atrás, tiene una larga trayectoria y una buena valoración en sus actividades de gobierno.
El gran reto de este proceso, es lograr que la definición llegue de manera justa, no genere rupturas, y encuentre los espacios políticos adecuados a todas y todos cuya fuerza es necesaria para que quién quede, gane la elección, y tenga un gobierno exitoso.
Sin embargo, también es justo reseñar que absolutamente todos los procesos internos dentro de un partido político tienen tensiones naturales: hay una disputa legítima por ocupar un espacio de poder, y hay diferencias de proyecto, de trayectoria y de equipos entre los distintos participantes.
Nada está escrito: vienen meses de sorpresas, pero este domingo estarán escritas y aprobadas las normas para cuidar y profundizar la Cuarta Transformación y con ello, el futuro de México.
