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Jorge Gómez Naredo
En el programa Tercer Grado, de Televisa, el columnista de Reforma, Sergio Sarmiento, afirmó, en relación con la salud del presidente: “Y cuando no tienes información, como medio de información, pues especulas”. Esta frase bien podría resumir la ética de buena parte de los periodistas en México que, en aras de desgastar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, han emprendido campañas de desprestigio en su contra, donde hay sólo mentiras o, como afirma Sarmiento, “especulaciones”.
Cuando el presidente de México anunció en sus redes sociales el domingo pasado que había sido de nueva cuenta contagiado de Covid, buena parte de la prensa mexicana, aunque dio a conocer dicho mensaje, comenzó a afirmar que “no era creíble”, que seguramente “podía haber pasado algo más” y que “faltaba información”. La especulación, pues, comenzó desde los mismos medios. Por supuesto que la estrategia de la
derecha para desestabilizar al gobierno de AMLO no se reduce a los medios, sino que también emprenden campañas en redes sociales. Ahí, con mayor libertad, periodistas con poca ética comenzaron a especular aún más: que si estaba en terapia intensiva muy grave, que prácticamente ya estaba desahuciado, que…
Y claro, además de esos periodistas con poca ética, las campañas en redes están llenas de perfiles pagados que buscan establecer una percepción acerca de un hecho, sea éste real o no. Por eso, que Sergio Sarmiento reconozca de forma tan clara que ellos son los que inician con la especulación, es muy significativo. Está admitiendo que su ética como periodista es nula, pues en lugar de difundir información fidedigna, lo que hacen es esparcir datos que no están comprobados y que no tiene relación con la realidad.
La mayoría de los medios de comunicación en México están alineados con grupos de poder que no quieren a Andrés Manuel López Obrador, que están enojados con sus políticas de redistribución de la riqueza, que les molesta que el pueblo tenga voz y estén en el centro de las acciones del gobierno. Así pues, esos medios no buscan informar a la gente: sólo representan los intereses de esos grupos de poder. Y así es imposible que tengan ética.
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