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abril 24, 2024

Seguridad

Conductor ebrio pone en riesgo de muerte a usuarios

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Por error abrió las puertas contrarias de un convoy de la Línea 2 del Metro, usuarios lo cacharon y exigieron su detención.

Redacción Grupo Cantón.

 

“¡Bájate de la unidad, eres un peligro!”, “¡Eres un idiota, bájate, no te escondas, bájate!”, “¡El conductor viene ebrio, abrió las puertas del otro lado!”, “¡Viene súper pedo!”, gritaban usuarios del Metro, luego de que el operador había puesto su vida en peligro Lucia “N”, como millones de ciudadanos, tiene la necesidad de utilizar el Metro todos los días para trasladarse a su trabajo, lugar localizado a unas cuadras del metro Taxqueña por lo que se ve en la necesidad de pasar por Viaducto, Chabacano y Xola.

Aquel día, se le había hecho tarde para checar la entrada en su trabajo, así que no tuvo de otras más que bajar las escaleras corriendo para lograr alcanzar el tren. Entre empujones, logró subir al convoy con su bolsa blanca en mano y como era “la hora pico”, ya te imaginarás que, no se podía ni pasar entre toda la gente que iba y venía en los andenes.

Como muchos ciudadanos, se pegó cuerpo a cuerpo dentro de los vagones para que todos alcanzaran a llegar a su destino, y, como el 90 % de los metropolitano, se recargó en la puerta contraria. Fue así que Lucía, entre toda la multitud, iba presionada y muy concentrada en llegar a su trabajo, pues en su mente no se presentaba la más mínima idea, de que minutos después la vida le tenía preparada una mala jugada.

AFERRADO

“Más vale llegar borracho que no llegar”, pensó Cristian “N”, luego de haberse tomado unas copas con sus amigos y a quien en el festín se le pasó el tiempo, “Ya no vayas wey, ve como estas “, le dijo uno de sus colegas y compañero de parranda.

“No, wey, en lo que llego se me baja”, respondió “, Cristian y rápidamente tomó su saco y se dirigió a su hogar, donde se duchó con agua fría para que, como todo buen mexicano, el efecto del alcohol se le bajara.

Aunque no se le veía en el rostro, Cristian llevaba la fiesta encima, y con unos minutos de retraso logró llegar a su trabajo, el cual consistía en transportar a los usuarios de la línea 2 del metro de la CDMX .

EL SUSTO DE SU VIDA

A pesar de que iba recargada, Lucia se sostenía de uno de los tubos ubicados a los costados de los asientos y, fue de repente cuando un escalofrío le recorrió todo el cuerpo, al igual que a otros usuarios, pues antes de llegar a la estación Xola, la puerta contraria de bajada se abrió.

“¡Ay!, ¡Dios bendito!”, gritaron dentro del vagón mientras varias personas se agarraban unas a las otras para no caer a las vías. Segundos después las puertas fueron cerradas y al arribar en la estación Xola, Lucía y otros usuarios salieron muy enojados y le exigieron al conductor que bajara de la cabina. Autoridades del Metro cambiaron de conductor, mientras que a Cristian “N”, le realizaron una prueba de alcoholemia para verificar si iba borracho.

“Tírenme un paro, para que no me corran”, decía, pero las autoridades hicieron caso omiso, pues horas después enfrentó a las autoridades y fue acusado de tentativa de homicidio, por lo que una peda podría llevarlo a la cárcel.

 

 

 

 

 

 

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