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abril 23, 2024

Voces

Arreando al Elefante | A sangre y fuego

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Ana María Vázquez

Mientras escribo estas líneas, una mujer es velada, su cuerpo fue consumido por el fuego en un 90%, era cuidadora a tiempo completo de su hijo, quien padece síndrome del espectro autista y epilepsia.

Hubo denuncias hacia vecinos, la carpeta de investigación se abrió por amenazas de muerte que grafitearon en muro de la escalera del espacio común.

Ellos la acusaban de que las crisis del niño, cuando daba golpes a la pared y gritos, les incomodaba, ella venía denunciando: apropiación de espacios comunes, música a deshoras, violencia verbal, amenazas.

Se llamaba Luz Raquel Padilla Gutiérrez, en un tuit a la policía de Zapopan se quejaba del poco criterio de su vecina al enviar una patrulla a su casa para contener una de las crisis de su hijo. “Ya quisiera ver a los oficiales contener sin lastimar aun así pedían verlo,
vulnerando sus derechos”. Fue su último tuit.

Pertenecía a varios colectivos, uno de ellos llamado Nos toca Cuidar, donde se da voz, asesoría y contención a las cuidadoras de familiares discapacitados. Esa fue su última fotografía.

El ruido es lo que más pueda alterar a un paciente con espectro autista, Luz Raquel hizo varios apercibimientos para que las áreas comunes fueran respetadas, incluso del ruido. Hasta las mascotas eran dejadas en las áreas comunes, sí, por los mismos vecinos.

Ya había sido atacada antes, le habían arrojado cloro industrial lesionando uno de sus senos y aun así la denuncia no tuvo eco. Las denuncias seguían, por fiestas en la azotea, por tirarle basura en la puerta de su departamento, sin embargo, las autoridades
dijeron que exageraba, aun cuando ya había habido un brote de violencia serio. A Luz Raquel le gustaba la pintura, particularmente las obras de Picasso y María Izquierdo.

En los días tranquilos disfrutaba pasear con su hijo, un niño de 10 años, sin embargo, la invasión de las áreas comunes se estaba convirtiendo en un riesgo, un día soltaron al pitbull de los vecinos, agresivo por supuesto, y tuvo que hacer una nueva denuncia para poder entrar con seguridad a su departamento, resguardando la integridad física de su hijo.

En un tuit del 17 de mayo denuncia: “Yo hace unos días fui con mi oficio para pedir mi botón porque mi agresor es mi vecino y en la comisaría me lo negaron”, hablaba del botón de pánico que requieren algunas víctimas para resguardar su vida. SE LO NEGARON.

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