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abril 19, 2024

Voces

Política de Hoy | Risas de palacio

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Samuel Cantón Zetina 

Tal vez el Presidente empezó a decirlo serio, pero como los expertos y analistas no le creyeron, da la impresión que desde hace un buen rato, se divierte y entretiene con el tema.

Casi desde el inicio, Andrés Manuel López Obrador cantó la muerte del “tapadismo” en la sucesión presidencial. Es chistoso, porque cuanto más lo dice, los escépticos ven señales en todo.

Quizás porque cuando era jefe del GDF pidió que “lo dieran por muerto”, y de ahí se fue 18 años a hacer campaña. Lo cierto es que el paisano trae locos a los futurólogos. Denuncian “pistas falsas” cada vez que
elogia a uno de los mencionados, dando a entender que es el “caballo negro”, y luego lo descarta.

Está definido que el método de elección será la encuesta, y en éstas han estado arriba prácticamente los tres años y medio de gobierno, dos personajes: Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard.

Y no se mira cómo alguien, o el propio AMLO, pueda obrar el milagro de incluir a un tercero con las mismas posibilidades. Esa es la verdad, por más que los adivinólogos barajen fórmulas locas.

Dirán lo que quieran, pero aun siendo un hecho indudable que el presidente los proyectó con los cargos -han contado con una visibilidad infinitamente superior a la de otros aspirantes-, la preferencia que
la ciudadanía mantiene por ellos se la han ganado a sangre, metralla y fuego.

Por lo demás, se nos ocurren dos razones por la que Obrador jamás incumpliría su palabra de apoyar a quien la población respalde en las encuestas: la votación de la revocación de mandato (16 millones 502 mil
636) apenas rebasó la mitad de los sufragios con que él obtuvo la presidencia.

No se puede decir que sean las unidades que posee MORENA, pero tampoco es claro en qué porcentaje mejorará los votos.

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